A LAS “PIGNAS”
CON LA HISTORIA…
"o la historia como farsa"
No miente Felipe Pigna
cuando proclama que es historiador marxista. Nos adelanta que su método no es científico, que las conclusiones están puestas de antemano y que lo que publica no tiene otro objetivo
que dividir el mundo entre buenos y malos según contribuyan o no a los
objetivos políticos a lo que debe supeditarse todo incluido el (relato del) pasado. A esto se reduce la historia
que se enseñará a grandes en Canal
Encuentro y a chicos en la escuela.
La tarea tiene sus complicaciones como queda en evidencia
cuando un mismo personaje histórico ha participado de ideas y acontecimientos
que son de su simpatía en una oportunidad pero ha quedado en la vereda de
enfrente en otro.
Algunas situaciones contradictorias (abundan en sus libros) alcanzan la
categoría de graciosas. Por ejemplo el caso de la Sra Albina Van Praest de Sala
quien en su condición de feminista (lo que agrada a Felipe) aparece
citada dentro de un colectivo de “aristócratas porteñas”; siendo degradada sólo
dos páginas más adelante a la calidad de
“oligarca” al encontrarse dentro del grupo que organizaba el Congreso Patriótico de mujeres vinculado a
los festejos oficiales por el centenario (lo que sin duda no goza de su simpatía). Aristócrata u oligarca según lo que haga.
Así podemos leer en la página 455 de la
séptima edición del libro Mujeres tenían que ser:
“Las primeras expresiones organizadas del feminismo tuvieron como protagonistas a esas profesionales universitarias como Cecilia Grierson, Petrona Eyle, Elvira Rawson, Sara Justo, Julieta Lanteri, y Alicia Moreau, y a señoras de la “ARISTOCRACIA” porteña, como Albina Van Praet de Sala y Emilia Lacroze de Gorostiaga”[i]
En la página 457, la misma señora pierde el
grado:
“En 1910 con motivo del Centenario, la división quedó claramente establecida, al realizarse casi simultáneamente dos congresos cuyas mismas denominaciones mostraban las diferencias ideológicas: el Congreso Patriótico de Mujeres, patrocinado por el Consejo y vinculado a los “festejos” oficiales, y el Congreso Internacional Femenino, convocado por la Asociación de Universitarias y otras agrupaciones. Mientras que el primero contaba con las señoras que pertenecían a la Sociedad de Beneficencia (como Albina Van Praet, Julia Moreno de Moreno, Carlota Garrido de la Peña o Mercedes Pujato Crespo, entre otras de prosapia OLIGARQUICA), en su competidor se encontraban las más destacadas militantes de diversas vertientes políticas como la radical Elvira Rawson…”[ii]
Pobre Albina. Tanto luchar por la causa para que la “excomulguen” por querer participar de la fiesta.
Gabriel Vénica
gvenica@uade.edu.ar
[i] PIGNA, Felipe; “Mujeres tenían que ser”, Editorial
Planeta, Buenos Aires 2012, 7ª Edición, Pagina 455.
[ii] PIGNA, Felipe; “Mujeres tenían que ser”, Editorial
Planeta, Buenos Aires 2012, 7ª Edición, Pagina 457.