“No todo el campo es lo mismo” dicen algunos. En un punto
tienen razón. No todos los productores piensan y actúan igual.
Podemos identificar, al menos cinco psicotipos en
relación a su disposición a la acción gremial y política:
a.- El esclavo contento. Trabaja, trabaja y
trabaja. No está al tanto si el gobierno va a aumentar o disminuir las
retenciones, cerrar o abrir las exportaciones, o modificar la política cambiaria.
No conoce cuales son los proyectos de los opositores al respecto, ni el impacto que esto puede tener en sus
negocios. No le interesa hacer gremialismo agropecuario, sumarse a una protesta
contra el aumento del inmobiliario y menos participar en política. No distingue
a Carbap de Coninagro. Se dedica sólo a trabajar, así sea para fundirse.
b.- El mártir. Vive quejándose. Es la víctima
inmolada del sistema, de las entidades agropecuarias, del oficialismo, de la
oposición y del clima (si llueve seguro que llovió de más o de menos y si
llueve justo, “lástima que el agua no le dio un día más para terminar la
tranquera”). No hace nada para cambiar su situación, suficiente tiene con
quejarse. Ser la víctima es su forma de militar. No se ocurra invitarlo a
firmar un comunicado (“a ver si todavía lo ponen entre cejas”).
c.- Figureti.
Esta para la foto. No le importa tanto lo que se discuta sino que no lo dejen
fuera del cuadro, sobre todo si lo muestra arriba de un palco o como miembro integrante
de alguna comisión. Lo seduce la alfombra roja. A veces se confunde y no
distingue la alfombra propia de la del enemigo. Allí su naturaleza lo traiciona
y puede tornarse un salvavidas de plomo, ya que supeditará su diagnóstico y
acciones al lugar que ocupe en la escena. No es peligroso per se sino porque
ocupa el lugar que debería ocupar otro con más audacia, claridad y firmeza
estratégica y menos susceptible a los flashes.
d.- El cómplice. Entró en el juego del “capitalismo de amigos”.
Se ha hecho un especialista en operar en mercados regulados (eufemismo para
decir “republiquetas lideradas por corrutos”). Cultiva relaciones y “tratos” con intendentes
y funcionarios oficialistas, toma parte de turbios negocios nacionales o
internacionales patrocinados por el Estado, se prende en experimentos
ministeriales destinados al fracaso a base de subsidios y compensaciones . A
veces es “testaferro”.
Suele conspirar contra la unidad del sector prestándose a reuniones y asumiendo
representaciones que el gobierno niega a
los genuinos dirigentes del agro.
Una versión light de esta categoría lo constituye el
productor que sin llegar a los extremos anteriores predica que es cuestión de
“adaptarse” pacíficamente a las reglas sacándoles el máximo provecho aún a sabiendas que son injustas,
anticonstitucionales y que perjudican al conjunto.
e.- El militante.
Es el productor gremial y políticamente comprometido. Cada vez más desde el
2008. Una gran cantidad que han entendido que no solo se trata de ser competitivos
adaptándose a las reglas, sino que corresponde militar para que estas sean ecuánimes,
respetuosas de los derechos individuales sancionados por la Constitución
Nacional y firmes en cuanto a la defensa de la propiedad privada, la libertad
de comercio y de un estilo de vida que permita al chacarero seguir siendo una
persona de campo y no simplemente una persona con campo.
Así lo han entendido centenares de productores que
militan desde las entidades asociados a la Mesa de Enlace y los productores autoconvocados,
que lejos de constituir un grupo anárquico han consensuado, por medio de cuatro
asambleas nacionales, un ideario conocido como MANIFIESTO DE SALTO.
Es
suficientemente conciso, contundente y representativo de los intereses
del agro que debiera, a falta de otros
consensos y de la necesidad urgente de definir rumbos estratégicos, tomarse
como la CARTA MAGNA del campo para hacer gremialismo agropecuario, negociar con
funcionarios y controlar a los agrodiputados y agroconcejales.
Gabriel Vénica
gvenica@uade.edu.ar
ANEXO: EL MANIFIESTO DE SALTO
“MANIFIESTO DE SALTO”
3er Asamblea ( SALTO –
12.06.09) 4ta Asamblea (SALTO 11.3.11
Los
pequeños y medianos productores autoconvocados reunidos en asamblea nacional en
la localidad de Salto declaramos:
Que
nuestros objetivos irrenunciables son alcanzar en un plazo cierto la
finalización de toda política tributaria discriminatoria al sector agropecuario
y al interior, lo que significa:
- ELIMINACION
TOTAL DE LAS RETENCIONES...
- APERTURA
DE LAS EXPORTACIONES.
- ELIMINACION
DE LA ONCCA “O DE CUALQUIER ORGANISMO O FUNCION QUE CONTRIBUYA A ESTATIZAR
EL COMERCIO AGROPECUARIO” y a mantener el nefasto y discrecional intervencionismo que ha
destruido la actividad agropecuaria y ha promovido un capitalismo de
amigos en detrimento de un mercado transparente.
- NO A
LA SEGMENTACION. La segmentación conspira contra la asociatividad, la
voluntad de crecer, la organización familiar de la producción, es fuente
de corruptelas y técnicamente inaplicable.
- NO A
LOS SUBSIDIOS Y COMENSACIONES. Los subsidios y
compensaciones, cuando son otorgados en reemplazo de la legítima rentabilidad previamente
confiscada (Ej. retenciones, precios de corte y precios máximos) o impedida
(cierres de exportaciones) constituyen un paliativo indigno que nos somete
al clientelismo económico (mil veces más reprobable que el clientelismo
social o político).
- SI A
MEDIDAS POSITIVAS PARA SECTORES EN EMERGENCIA. Sí reclamamos, en esta circunstancia particular urgentes medidas
positivas (especialmente créditos blandos) tal como corresponde según
nuestra legislación para los sectores y economías regionales en emergencia crítica
(especialmente zonas de sequía, marginales, ganadería y sector lácteo).