jueves, 7 de enero de 2010

¿Por que sube el precio de la carne? ¿Y por que seguirá subiendo?

1. ¿Por que sube el precio de la carne?

¿Por qué seguirá subiendo?

La lógica ESTATISTA, SOCIALISTA Y DIRIGISTA de los funcionarios del gobierno nacional sostiene que es necesario impedir las exportaciones de carne bovina para mantener bajo el precio de la carne.

2.- ¿Que resultado tuvieron estas políticas?

Una fuertísima disminución de los volúmenes exportados con pérdida de prestigio y mercados que ganaron nuestros amigos....

2005: 405.860 toneladas.
2006: 290.635 toneladas (28 por ciento menos interanual).
2007: 269.549 toneladas (7 por ciento menos interanual).
2008: 211.108 toneladas (22 por ciento menos interanual).
2009: La caída continúa pero no se disponen de datos ciertos dado el ocultamiento estadístico.

3.- ¿Que muestra la realidad comparando con otros países?
La realidad demuestra que el resultado fue diametralmente opuesto a la lógica del gobierno, tanto en ARGENTINA como en URUGUAY que aplicó la política inversa:

La ARGENTINA frenó la exportación. Consiguientemente cayó la producción contribuyendo al aumento del precio interno...

Lo que será notable el día que la escasez obligue a "sincerar" como pasó con la luz, el combustible, los peajes

El URUGUAY promovió la exportación. Desde que en 2003 implementó su plan de fomento a la "exportación" la "producción de carnes" se incrementó en un 45 por ciento.

¿Cayó el consumo interno en Uruguay? No. Por el contrario se incrementó en un 62 por ciento.

Hoy URUGUAY exporta más que Argentina y consume más carne internamente...

4.- ¿Qué pasa con el precio de la carne en el mercado interno argentino?
Es un axioma largamente abonado por la experiencia que "las exportaciones, no encarecen el mercado interno, al contrario: lo subsidian haciendo caer los precios".

¿Cómo es posible esto?

La respuesta es muy sencilla:

-Sólo se exporta, cuanto mucho, el 20 % del animal.

-Si se quiere mantener el crecimiento de las exportaciones hay que producir más vacas.

-Y hay que colocar forzosamente en el mercado interno el 80% que no se exporta (o habría que tirar esa carne).

Afortunadamente el resto del mundo tiene gustos por cortes diferentes al RÍO DE LA PLATA. Sólo se exporta el cuarto trasero menos la nalga (20% o menos del animal). El mundo no come asado, ni vacío, ni achuras, por citar sólo algunos ejemplos.

En consecuencia: la posibilidad de exportar (lo que el gobierno hoy restringe o prohíbe) incentiva la producción, genera una mayor oferta en el mercado interno (el 80% que no se exporta) e impulsa la caída de precios...

A más exportaciones, más producción, más carne volcada al mercado interno y menos precio...

¿Es esto un cuento? No. Siempre fue así (hasta los que los K decidieron “defender la mesa de los argentinos).

De hecho, siendo Argentina el mayor exportador mundial de carne por décadas, era a la vez el país donde más carne se consumía y al menor precio. Cualquiera que haya viajado, sabe que era así.

Cuando Uruguay y Brasil lo entendieron comenzaron a aumentar sus exportaciones, aumentó el consumo interno y comenzaron a bajar los precios. Nosotros desaprendimos. Las "anteojeras ideológicas" de nuestra "pro grasía" pudieron más.

5.- Algunos ejemplos de las desopilantes medidas implementadas por el ejecutivo nacional para destruir la ganadería, generar escasez y hacer aumentar los precios:

a) Se pasó de un "reintegro" inicial a las exportaciones de carne del 5 por ciento (como lo tienen todas las exportaciones argentinas) a una retención del 15 por ciento a las carnes frescas y congeladas.

b) En marzo de 2006 se prohibieron totalmente las exportaciones durante más de 40 días, para luego autorizarlas en hasta apenas un 50 por ciento de lo exportado en el año 2005...

Esto afectó nuestra credibilidad. Perdimos los mejores mercados que fueron ganados por países como: Paraguay, Uruguay, Brasil, Chile, India y Vietnam.

c) Argentina se constituyó en el primer país del mundo en implementar sistemáticamente barreras "para - arancelarias" aplicadas a sus propias exportaciones, a través de un organismo conocido como ONCCA, con el fin expreso y público de frenarlas.

Entre estas barreras debemos mencionar la creación del Registro de Operaciones de Exportación (ROE), creado por Resolución Nº 31/06 del Ministerio de Economía, agravado posteriormente por el denominado ROE Rojo que obligó a la demostración de los costos totales incurridos en cada embarque y todavía más aún por el denominado "Encaje Productivo Exportador" (Resolución Nº 42/08) que impuso como condición para obtener el ROE la necesidad de demostrar que cuenta con existencias que superan el 75% del volumen exportado (no más del 25% del total). Desde ya los frigoríficos "amigos" del gobierno nunca encontraron problemas en cumplir con los requisitos...

6.- ¿El gobierno no ve que sus políticas han tenido resultados contrarios a los buscados?
Si lo ve. Pero en vez de cambiar de política ganadera optó por reafirmarla implementando medidas correctivas que han dado, cada día, peores resultados:

Para muestra basta un botón:

a) Al ver que caía la producción ganadera (stock ganadero), en vez de abrir las exportaciones de vacas "alimentadas a pasto" (lo que nos hizo famosos en el mundo) promovió el engorde en feeds lots —engorde rápido en corrales al estilo Europeo— pagando compensaciones a quienes produjeran animales de 300 kilos.

b) Esto produjo que muchos de los animales que estaban destinados a engordar naturalmente para exportación (500 kilos) fueran destinados a engorde rápido, con la consecuente pérdida de kilos comercializables (aproximadamente 156.000 toneladas hasta el fin del 2008). Resultó mejor negocio el "subsidio" que el engorde tradicional.

c) Al faenarse animales más chicos, para poder compensar y satisfacer el consumo interno, se debió faenar mayor cantidad de cabezas, pasándose de 13.418.824 en el 2006 a 14.924.691 en el 2007.

d) Como la producción no se incrementó, se debió echar mano a vaquillonas y terneras (1.077.548), produciéndose la mayor faena de hembras (la fábrica) de la historia argentina.

f) Además de perderse ingresos por 500 millones de dólares a causa de la merma en las exportaciones, se pagaron más de 600 millones de pesos en concepto de compensaciones para engordes en corral (feeds lots ajenos a nuestra tradición y nuestro prestigio) a "amigos del gobierno" (empresas truchas, testaferros tal como el beneficiario de un plan trabajar de apellido Tapia, Samid, Eurnequian, entre otros).

g) Con esto Argentina pierde el activo marcario que hizo famosa la carne argentina en el mundo: la de ser la mejor carne del mundo, con el menor contenido graso, producto del animal criado a pasto.

7.- ¿Qué pasa si no se rectifica la política ganadera?
Si nuestro país mantiene estas tendencias, se verá obligado a importar carne en el 2011. Y llegará la hora de la verdad: la población tendrá que pagar precios internacionales para poder consumir carne.

¿Es realmente así? Cuatro premisas para confirmar este triste pronóstico

1) Las hembras (vacas) pueden ser, en dos momentos distintos, máquina productora de terneros o producto final. Cuando la faena de hembras es menor al 42 por ciento estamos en la faz de retención y si es mayor al 43 por ciento, estamos en la faz de liquidación de vientres (la fábrica se achica).

2) A partir del año 2003 la tasa de faena de hembras superó el umbral aceptable del 42 por ciento, ascendiendo vertiginosamente año a año. En el año 2007 la tasa promedio se ubicó en el 47,5 por ciento, elevándose al 49,3 por ciento en junio pasado.

3) De continuarse con estos guarismos, a partir de 2011 Argentina estará importando carne para abastecer su mercado interno PAGANDO PRECIOS INTERNACIONALES.

4) Hoy no llama la atención que la carne además de ser cada día más cara, es cada día más dura (liquidación de vientres o animales criados a pasto en zonas marginales) o tierna pero con gusto "raro" y mayor contenido graso (animales engordados en feed lots con incipiente pero creciente utilizaciòn de anabólicos).

5) Con la leche y el trigo la situación es similar... Los tambos se siguen cerrando y la producción de trigo se redujo dramáticamente.

Mientras tanto la mentira estadística reemplaza a la verdad que hiere los ojos.

Dr. Gabriel Vénica

gvenica@uade.edu.ar

Diez razones federales para decirle no al aumento de los impuestos y tasas provinciales

NO ALCANZA CON QUE EL PODER CENTRAL SE DECIDA A RESPETAR LA FORMA FEDERAL DE GOBIERNO…

TAMBIEN ES IMPORTANTE QUE LOS GOBIERNOS PROVINCIALES LO EJERZAN

El “Poder Federal” de los Estados Provinciales no constituye una concesión “graciosa” del poder central ni un “adorno folklórico” que Gobernadores y Legisladores Provinciales utilizan en sus discursos proselitistas.

Es potestad indelegable de las Provincias.

Y su preservación una grave responsabilidad de las autoridades constituidas de las mismas.

Hoy asistimos a la humillante paradoja según la cual, gobiernos regionales notablemente perjudicados por el avance de un sistema anticonstitucional y unitario que exprime a las fuerzas productivas provinciales con impuestos confiscatorios y agobiantes, no encuentran mejor solución a sus embarazos financieros que aumentar la “opresión impositiva” a sus propios comprovincianos.[1]

SOBRAN RAZONES DESDE PARA TILDAR DE IRRAZONABLE EL AUMENTO DE IMPUESTOS Y TASAS PROVINCIALES Y MUNICIPALES…

1) No se solucionan problemas atacando los síntomas y agravando las causas.

2) El ahogo financiero de las Provincias tiene como fuente primaria la concentración del cobro y del usufructo de los impuestos en manos del poder central.

3) La actual situación convierte en cómplices a Gobernadores, Legisladores e Intendentes.
Los datos que muestran la historia de esta participación necesaria en el despojo son elocuentes:
a) La masa total de impuestos al inicio de la Democracia durante el Gobierno del Dr. Alfonsín se distribuía de la siguiente manera: 45% para la Nación y 55% para las Provincias.
b) Durante el Gobierno de Menem esta ecuación se invirtió resultando: 55% para la Nación y 45% para las Provincias.[2]
c) Durante la actual administración llegamos al extremo: La Nación (la Kaja K) concentra el 75% del total recaudado subsistiendo para el resto de las Provincias y Municipios un 25% residual.

Este abuso violento es la causa del ahogo financiero que sufren Provincias y Municipios.

Esto no se soluciona aumentando los impuestos a los “comprovincianos productivos”

4) Este escenario no sólo es grave por sus resultados económicos, sino que opera en evidente violación al principio federal de gobierno instituido por nuestra Constitución Nacional.

El federalismo político deviene en simple declamación retórica si no lo acompaña el federalismo económico y fiscal.

Y esto, nuevamente, no se soluciona aumentando los impuestos a los comprovincianos.

5) La carga impositiva desalienta la actividad económica al punto de disminuir la base de recaudación de las mismas Provincias (Ejemplo: Ingresos brutos) así como de aquellos impuestos que son coparticipables (Ganancias, IVA).

Esto, una vez más, no se soluciona, sino que se agrava, con más impuestos.

6) Las Provincias cuyas producciones han sido afectadas por las retenciones son damnificadas por doble vía:


a) Las retenciones afectan la principal fuente de riqueza del interior. Con esto, además de consolidar una intolerable discriminación (al sector agropecuario y al interior), se lacera gravemente la aptitud recaudatoria de los Estados Provinciales[3].


b) Las retenciones no son coparticipables salvo en un escasísimo 16% (No un 30% como se ha publicitado)[4]


Este atropello, vale la pena repetir, no se soluciona con más impuestos.

7) La “OPRESION IMPOSITIVA al ciudadano” ha llegado a su límite.

Los impuestos confiscatorios son anticonstitucionales, indefendibles y contradictorios con sus mismas finalidades.

Investigaciones de varias Universidades demuestran que el costo de cualquier producto contiene un 50% de carga impositiva acumulada durante las diversas etapas de la cadena de valor.


Un Argentino medio debe trabajar hasta Agosto para el fisco y sólo a partir de allí puede gozar de lo que ha obtenido con su esfuerzo.


Para quien produce, estos guarismos empeoran. A diario somos testigos de la increíble circunstancia según la cual algún agente económico que podría invertir generando riqueza y empleo decide no hacerlo agobiado por presiones impositivas insostenibles.


Tratándose de actividades agropecuarias esto empeora. En años de malas cosechas las retenciones consumen el 100% de la renta y más aún, avanzan sobre el capital de trabajo. Increíble.


Sin embargo y a pesar de esta “opresión impositiva” vergonzosa los argentinos no gozan de servicios de salud, educación, justicia y seguridad acordes… debiendo contratar –quien puede hacerlo- estos mismos servicios en el campo privado, después de haber aportado para gozarlos con creces en el público.


Esto, que duda cabe, no se soluciona con más impuestos.

8) Aunque parezca extravagante en boca de quienes defendemos la libertad de comercio e industria, la propiedad privada y la transparencia de los precios hoy podríamos coincidir incluso con Karl Marx y afirmar a coro que las “relaciones de producción” impuestas por el poder central unitario oprimen a las “fuerzas productivas provinciales” apropiándose de la “plusvalía” de quienes crean, trabajan y se esfuerzan, en beneficio de una clase parasitaria y explotadora alienada en su propia maquinaria de poder.


Este perverso sistema de explotación (¿Socialismo siglo XXI?), cuyo sustento teórico no se encuentra siquiera en el marxismo más recalcitrante, sino en los razonamientos primarios y groseros de cualuqier banda elemental de ladrones tampoco se soluciona con más impuestos.

9) Según nuestra Constitución Federal las Provincias preceden a la Nación y conservan todo el poder que no fue expresamente delegado por la misma (Const. Nac. Art. 121).


La rapacidad fiscal del poder central unitario, que hiere de muerte a nuestras Provincias y a sus habitantes sería imposible sin una larga cadena de complicidades y delegaciones anticonstitucionales.

Ahora bien, la calificación de “traición a la patria” que prescribe el artículo 29 de nuestra Constitución Nacional alcanza, según la misma Constitución, no sólo a quienes formulen o firmen estas delegaciones, sino a quienes las “consientan” (aunque no las hayan formulado ni firmado).

Tolerar, continuar o preservar el actual estado de “avasallamiento fiscal” significa claramente “consentir”.

Compensar sus nefastas consecuencias con más impuestos significa “consentir”.

Los ciudadanos no podemos consentir.

Los Señores Gobernadores, los Señores Legisladores Provinciales, tampoco.

Nuestras potestadas federales devienen abstractas si no se ejercen los Derechos Económicos de Provincias que hoy están siendo “salteadas” como no ocurrió nunca en nuestra historia (siquiera durante el reinado de la Corona Española).

Por muchísimo menos se desataron en nuestro país en el siglo XIX sangrientas guerras entre federales y unitarios –que no hubieran imaginado en sus sueños más delirantes que un día se apropiarían del 75 % de la masa impositiva del país-.

10) No vale esgrimir el argumento del “mientras tanto” ni del “hasta tanto…”.
Los impuestos son inflexibles a la baja e inmunes a todo intento de eliminación.

“Mientras tanto y hasta tanto” se instauró el provisorio impuesto a los réditos en 1932 para no desaparecer nunca; el aumento del IVA del 13 % al 18%; el nuevo aumento del 18% al 21% más tarde; el impuesto al cheque en algún momento y las retenciones para financiar la guerra del Paraguay en el siglo XIX

Señor Gobernador:

O somos un país federal o somos un país unitario y feudal sometido eternamente a “alianzas de vasallaje” con el poder central

Las Gobernaciones no pueden trasladar a sus pueblos las consecuencias del latrocinio depredatorio de un grupo mesiánico que gobierna sin la menor consideración a la Constitución Nacional, el Estado de Derecho y el Federalismo.

Las autoridades de Provincia (Estados preexistentes a la Nación que conservan todo el poder que “expresamente” no hayan delegado) no tienen opción: O están al frente de sus Provincia en la recuperación de su histórica y legítima autonomía fiscal o son cómplices del despojo a las mismas.

No alcanza con que el poder central se decida alguna vez a respetar la forma federal de Gobierno.
Es fundamental que los Gobiernos Provinciales lo ejerzan.

Gabriel Vénica
gvenica@uade.edu.ar

[1] Aumento de inmobiliario, de Ingresos Brutos, eliminación de exenciones, tasa vial, etc. etc.

[2] A pesar de haberse desprendido la Nación de infinidad de empresas públicas deficitarias y de haber absorbido las Provincias la mayoría de las escuelas y hospitales, antes manos de la Nación.

[3] En el caso de la Provincia de Santa Fe el daño causado por las retenciones es notable, no sólo porque la producción agropecuaria constituye gran parte de su PBI, sino por el impacto de este impuesto distorsivo y antitecnológico en la Industria Metalmecánica fabricante de maquinaria agrícola que tiene su epicentro en esta Provincia.

[4] Cuando se habla de “coparticipar” el 30% se evita aclarar que de este 30% coparticipable el 14% corresponde a la Nación. Con lo cual del total de retenciones sólo vuelven a las Provincias (cuando vuelven) el 16%.

Gabriel Vénica
gvenica@uade.edu.ar