miércoles, 26 de febrero de 2014

25/02/2014 Si el intervencionismo es bueno, es peor


El excelente comunicado de la Mesa de Enlace desliza una frase que de ninguna manera lo desmerece, pero que pone la esperanza en un intervencionismo bueno, moderado (light?) y virtuoso y trasunta un cierto complejo de culpa (autocensura?) para reclamar lo que corresponde por derecho y lo que es eficaz en los hechos, a saber: simple libertad para exportar e importar sin trabas como corresponde a nuestros inalienables derechos constitucionales.  

La frase es la siguiente "Desde las entidades que integramos la CEEA debemos recordar que poco después de asumir, el ministro de Agricultura había dicho que buscaría un sistema de Registros de Operaciones de Exportación "transparente, claro, fluido, casi automático". El comunicado de la CEEA da a entender que el Ministro no cumplió con lo prometido.

Creo que sí cumplió. Al menos no descartaría que lo intentó. Sólo que no pueden ni podrán lograr resultados satisfactorios (ni este gobierno, ni el que lo suceda)  enfrentando la realidad con el paradigma equivocado, como lo evidencia el venenoso "casi" de la promesa ministerial (trasparente, claro, fluido, casi automático).

En economía la mayoría de la clase política está en el nivel de la medicina antes de Pasteur. Es inútil esperar que el avión vuele con alas que contradicen los principios aerodinámicos (o sin ellas).  Pasaremos de un engendro y un porrazo a otro no importa cuan liviano sea el fuselaje, cuan potente sea el motor, ni cuan hábil el piloto. 

Las los principios aerodinámicos del mercado son la libertad de comercio y las alas el respeto irrestricto a la propiedad privada. No se conocen otros.

El intervencionismo siempre es malo. Se trate del control de precios o del control de las exportaciones o de registros "transparentes, fluidos y casi automáticos".

Lo que no funciona no es una forma de intervencionismo malo (vicioso) que pudiera ser reemplazado por una forma de intervencionismo bueno (virtuoso).

Es más, si el intervencionismo es bueno, es peor. 

Si cumple con su objetivo, quiere decir que la lógica del mercado ha sido reemplazada por la lógica del burócrata, con lo que el mercado con su simple (en cuanto a los principios) y complejo (en cuanto al entramado resultante) sistema de estímulos y señales para decidir donde cuando, cuanto y a quien comprar, vender, invertir o dejar de hacerlo ha sido desvirtuado y empobrecido.

No lo digo yo. Lo ha dicho el padre de la cría, Karl Marx, cuando ridiculizó a los "domesticadores del capitalismo" -cofradía de izquierda y socialistas moderados compuesta, como hoy, por intelectuales, teólogos, filósofos y decidores sociales), denominándolos despectivamente "LA SAGRADA FAMILIA" -título de una de sus mas geniales obras aunque quizá no la mas conocida- recordando que la única forma de superar la etapa capitalista (a la que lejos de denostar consideró una etapa fructíferamente revolucionaria y condición de cualquier evolución ulterior) era "eliminando la propiedad privada" y no ensayando regulaciones, controles, ni mejoras estatistas al sistema.

Allende el comentario, que no tiene otro fin que el de no hacernos ilusiones con cambios en las formas (como sueña el socialismo de Binner) mientras no cambie el fondo (volver al sistema económico constitucional), invito a leer el excelente comunicado de la MESA DE ENLACE (a la sazon la única Camara Empresarial opositora al gobierno nacional que no se ha alineado con los que pretenden un capitalismo sin riesgo, prebendario y protegido).


Gabriel Vénica