miércoles, 20 de septiembre de 2017

01/ 09/ 17 MITOS CRIOLLOS: LOS MAPUCHES








MITOS CRIOLLOS: Los Mapuches


¿Son originarios de nuestro territorio los denominados "Mapuches"?

No. 

“Pueblo Originario”, es conforme las convenciones de la O.I.T Nº 107 del 1957 y Nº 169 de 1989 y la ley nacional Nº 23.302, aquel que vivía en nuestro territorio, o en una parte de nuestro territorio,  en el momento de la conquista y colonización española.

Los autodenominados “Mapuches” son araucanos (o etnias araucanizadas Borogas, huillliches y moluches) chilenos que ingresaron (y en algunos casos invadieron militarmente organizados) nuestro país varios siglos después del descubrimiento de América.

El nombre Mapuche fue creado y promovido con intenciones geoestratégicas por antropólogos ingleses y chilenos hace 100 años, con el objeto de confundir en una misma denominación a pueblos originarios de territorio argentino (Tehuelches) y araucanos trasandinos que ingresando, como dijimos, en tres grandes invasiones (1822, 1830 y 1837) exterminaron a los primeros. Una cuarta oleada se produjo después de la campaña al desierto a partir de 1885 y continúa hasta hoy.


¿Puede decirse que para los habitantes de dichos pueblos no era válida la distinción de fronteras entre Argentina y Chile en aquellos tiempos?

No.

Cuatro siglos después del descubrimiento de América los aborígenes, compartían hábitos, conceptos y límites con pueblos criollos mestizados (ellos mismos también eran mestizos) y distinguían perfectamente a patriotas y realistas, a chilenos y argentinos. Así lo reconoce Calfucurá cuando dice: "... estaba en Chile y soy chileno y ahora hace como treinta años que estoy en estas tierras (Carta de Calfucurá a Mitre de 1967 que se conserva en el museo Mitre)”.



¿Cometió Roca un genocidio?

No.

Es verdad que hubo un genocidio de pueblos originarios. Pero no fue cometido por Roca sino por los araucanos que ingresaron en 1822 comandados por los hermanos Pincheira (mercenarios realistas), junto a quienes habían luchado “contra” los patriotas en la guerra de la independencia, contando por lo tanto con notable poder de fuego.

Se afincaron en la provincia de Buenos Aires  en la zona de Carhué, Epecuén y Guaminí, desalojando por  la fuerza a nuestros Pampas Serranos o Puelches.  En 1830, también con el apoyo de guerrilleros realistas, a cuyo frente estaba esta vez Zuñiga, los lancearon  en Sierra de la Ventana y Sauce Chico, matando a los caciques pampas Lomo Colorado, Catrileu, Curitripay y sus hijos. A los que lograron escapar, los masacraron sin distingos entre lanceros y chusma, varones o mujeres, frente a la Fortaleza Protectora Argentina en Bahía Blanca. La matanza continuó hasta que casi no quedaron rastros de los Tehuelches originarios de nuestro territorio.

La acción de ocupación de Roca, quien actuó bajo las órdenes del Presidente Nicolas Avellaneda, prácticamente no encontró resistencia. Lo acompañaron geógrafos, fotógrafos y sacerdotes. Florentino Ameghino entre otros.

Selló pactos con la mayor parte de las tribus y solo combatió aquellas que comandadas por Manuel Namuncurá (hijo de Calfucurá y padre de Ceferino) vivían de la empresa del malón (robo de cautivas y ganado en Argentina para vender en Chile a cambio de fusiles Remington entre otros artículos). 

En estos encuentros hubo muertos de ambos bandos. Calfucurá, padre de Manuel, había vencido a Mitre en Sierra Chica y al general Manuel Hornos en San Jacinto para poner un solo ejemplo que muestra su nivel de organización militar que nada tenía que ver con la bucólica imagen de cándidos indiecitos de Billiken.


¿Cuántos murieron en la Conquista del Desierto?

Además de soldados perecieron unos 1000 aborígenes en la Conquista del desierto. La cifra no es menor; pero para no perder perspectiva histórica  valen algunos datos: 

-En un solo malón (Azul 1855) además de llevarse 150 cautivas y 40.000 cabezas de ganado, fueron asesinados en una sola tarde más de 300 pobladores tan mestizos de tierra adentro como cualquiera de los integrantes de las tribus. Malones como este hubo cientos.

-Etnias completas (como los Tehuelches originarios de nuestro territorio) fueron exterminados por estos grupos araucanos, razón por la cual el ejército de Roca estaba integrado por cientos de sobrevivientes o descendientes de sobrevivientes de aquella matanza.

-Roca hizo la campaña del desierto acompañado por quienes eran amigos y protectores de los indios -sacerdotes salesianos- que intermediaron garantizándole buen trato por parte del gobierno argentino a Manuel Namuncurá, quien se mostró siempre agradecido del cumplimiento de los pactos que los salesianos garantizaron.

-El cacique Manuel Namuncurá, fue nombrado Coronel del ejército argentino por Roca, cargo y vestimenta que ostentó orgulloso hasta su muerte (¿genocidio?).

-Su hijo, "Ceferino", fue bautizado por el Padre Milanesio (el intermediario con Roca), entró en la Congregación Salesiana para ser sacerdote, siendo hoy nuestro "Beato Ceferino Namuncurá".  ¿Habría ocurrido esto de haber sido los salesianos "cómplices de un genocidio" como insisten hoy grupos radicalizados de izquierda que usufructúan el neologismo “Mapuche” en contra de la voluntad de otros descendientes de la misma etnia?

-Roca actuó por orden del Presidente Constitucional Nicolas Avellaneda y del Congreso Nacional, no registrándose críticas, ni en esa época ni en las décadas posteriores por ningún partido oficialista u opositor. Radicales, socialistas, conservadores y más tarde peronistas consideraron siempre a la Conquista del desierto como una gesta que incorporó territorio, que de otra manera sería chileno, al Estado Argentino.

-Antes de la campaña al desierto el extremo sur fue colonizado por Inglaterra. Un hecho poco divulgado: Usuhaia fue fundada por misioneros anglicanos y miembros de tribus fueguinas. Al tiempo de la conquista del desierto dependía de la corona británica y era dirigida por británicos. Se hablaba inglés, se izaba la bandera inglesa y se administraba desde Malvinas. Durante la conquista Roca envió 4 barcos de guerra y tomó posesión del  territorio.

-Las matanzas y sangrientas batallas entre etnias eran frecuentes (la del Senguer, Shotel-kaike, Languiñeo y del Vado de Choele Choel, por solo citar algunas) y los malones eran constantes.

-Fallecido algún cacique sus mujeres y cautivas eran asesinadas y enterradas con él (así ocurrió con Calfucurá). La conquista del desierto puso fin a esta rito religioso, lo que no es óbice para que los grupos organizados que operan en contra del estado nacional reclamen la vuelta a las prácticas y creencias “originarias” como uno de sus principales objetivos.

Con estos antecedentes, en justicia, Roca debería ser llamado “pacificador”.


¿Cuál son los objetivos de los grupos violentos que hablan en nombre de estas etnias?

Se trata de grupos de izquierda que encuentran en la identificación con pueblos originarios el paraguas perfecto para sus tropelías. ¿Excusa para llevar adelante sus propósitos ideológicos o artimaña de activistas para recibir fondos, tierras  y enriquecerse? Posiblemente ambas cosas, como pudimos ver con Milagro Sala.

En este caso concreto tienen sede en Londres y contactos afinados en organismos internacionales donde suelen medrar a gusto este tipo de cofradías. Los hechos hablan.  Saque Ud. Sus propias conclusiones:

Mediante el uso de la fuerza, usurpan y ocupan campos y terrenos que no les pertenecen de propietarios privados, del Estado o de Parques Nacionales.

Sólo a título de ejemplo: han desalojado de su colegio Mamá Margarita en el Parque Lanín a las educadoras Salesianas;  han prohibido el culto en una capilla católica de Quila Quina; ocuparon un hotel 5 estrellas en Piedra Pintada en Villa Pehuenia; ocuparon el cerro Belvedere en La Angustura y la estancia Tiger Way en el lago Quillen; piden 500 hectáreas en  tierras aledañas al cerro Otto en Bariloche y un campo de la escuela militar de montaña en el Circuito Chico; cobran peajes para cruzar caminos públicos; han bajado de su mástil en un campo militar nuestra azul y blanca y recientemente han quemado otra para reemplazarla por la bandera que han diseñado a fines del pasado siglo XX y han realizado más de 400 ocupaciones de chacras.

No podemos dejar a la historia, nuestro territorio, ni nuestra soberanía jurisdiccional en manos de grupos de izquierda disolventes. Por el bien de todos, especialmente por el de los miles de descendientes de laboriosos araucanos (mal llamados Mapuches) que hoy viven pacíficamente en nuestro país, quienes bien hacen en denunciar (como ya lo hicieron) y liberarse cuanto antes de estos “émulos de los hermanos Pincheira”.