viernes, 11 de julio de 2014

ORIGEN MITICO DEL RELATO


Perón en el año 1973 decidió sacarse de encima a los Montoneros ni bien accedió al poder:

Descartó el objetivo de hacer de Argentina una segunda Cuba…

Privilegió visiblemente el ala derecha del Partido Peronista.

Echó a los montoneros de Plaza de Mayo en mayo del 1973.

Desairó públicamente a un grupo de legisladores (montoneros) que le había solicitado una entrevista para quejarse de “la represión fascista que estarían sufriendo”, recibiéndolos escoltado por López Rega, con Canal 7 transmitiendo el encuentro y reprendiéndolos violentamente en vivo.

Los acusó por el mismo Canal Oficial de “delincuentes y de no querer la paz…”

Los invitó a retirarse del movimiento peronista recordándoles que existían 5 partidos de izquierda para elegir y advirtiéndoles que de ninguna manera él se pondría triste por perder un voto en el Congreso.

Presionó fuertemente a los Gobernadores ligados a Montoneros elegidos durante el anterior gobierno de Cámpora constriñéndolos a presentar la renuncia (Bidegain en Pcia. de Buenos Aires, Obregón Cano en Córdoba) o iniciándoles juicio político (Martinez Baca en Mendoza), entre otros.

Calificó sin eufemismos a los “jóvenes erpianos y montoneros” de “psicópatas a los que había que exterminar uno a uno… de verdaderos enemigos de la Patria… de infiltrar al Estado con fines insurreccionales”. [1]

Ahora bien…

¿Cuál fue la actitud de Montoneros ante estos desaires?

¿Aceptar la realidad? ¿Renunciar al mito según el cual Perón pretendía instaurar un Estado Socialista en Argentina?

De ninguna manera… “Inventaron el relato”. Recurrieron al extravagante ardid de realizar un “cómico” doblaje de los dichos del General.
Frente al notorio choque con los hechos (con Perón en realidad) los montoneros apelaron a desopilantes “interpretaciones” de las expresiones del líder adjudicándole una intencionalidad táctica: “Perón dice eso para engañar al enemigo. En realidad quiere decir otra cosa”. [2]

El Montonero Martín Caparrós reconoce: “En los últimos meses anteriores al 1 de mayo, la mayor parte del discurso montonero había caído en la penosa obligación de explicar que Perón no quería decir lo que estaba diciendo cada vez que salía a hablar. Cuando Perón salía a decir que “los diputados montoneros renuncien”, los montoneros tenían que explicar que en realidad no era contra ellos, sino que era una maniobra táctica. Daba un poco de vergüenza” concluye Caparros. [3]

Pablo Giussani (quien también trabajaba en el diario montonero Noticias) cuenta que dichas explicaciones “respondían a un mismo esquema básico (…): preservar el mito de una estrategia exquisita y secreta (de Perón), encaminada por sabios meandros y hábiles rodeos a la liberación nacional”.

“En eso años circulaba un chiste –cuenta Giussani- en el que Mario Firmenich, instantes antes de morir fusilado por Perón junto con los demás integrantes de la conducción montonera, decía con entusiasmo a sus compañeros de infortunio: ¿Qué me dicen de esta táctica genial que se le ocurrió al viejo?”. [4]

La historia se repite. Ayer como drama. Hoy como Farsa.


Gabriel Vénica
gvenica@uade.edu.ar




[1] Carta pública dirigida por el Presidente Perón a la guarnición militar de Azul después que esta fuera atacada por terroristas. En ella se lee específicamente: “El repudio unánime de la ciudadanía hará que el reducido número de psicópatas que va quedando, sea exterminado uno a uno para bien de la República” (…) “Estamos en presencia de verdaderos enemigos de la patria, organizados para luchar en fuerza contra el Estado al que a la vez infiltran con fines insurreccionales” (…) “El aniquilar cuanto antes este terrorismo criminal es una tarea que compete a todos los que anhelamos una patria justa, libre y soberana”.
[2] Cabe destacar entre otras publicaciones al diario montonero “Noticias”, dirigido por Miguel Bonasso, donde escribían entre otros Horacio Verbitsky, Francisco Urondo, Juan Gelman, Rodolfo Walsh, Silvina Walger, Leopoldo Moreau, Carlos Ulanovsky, Martín Caparros.
[3] Pigna, Felipe. Lo pasado pensado. Entrevistas con la historia argentina (1955 1983). 2ª Ed. Buenos Aires, Planeta, 2005)
[4] Giussiani, Pablo. Montoneros. La Soberbia armada. Buenos Aires. Suadamericana. 2003