martes, 10 de febrero de 2015

02/02/15 EL PRECIO DE LA HIPOCRESÍA


(causa consecuencia)



1.- ¿Te molesta que el Ejecutivo interfiera en causas judiciales violando el art. 109 de la Constitución Nacional según el cual "En ningún caso el presidente de la Nación puede ejercer funciones judiciales, arrogarse el conocimiento de causas pendientes o restablecer las fenecidas" (Art 109 Const. Nac.)?”

¿Te molestó cuando Nestor Kirchner restableció las fenecidas causas contra los militares que combatieron la subversión? ¿Y cuando se arrogó (y se sigue arrogando) el conocimiento de causas pendientes impulsando juicios y condenas contra civiles y militares, indemnizando a presuntos testigos memoriosos, impulsando una feroz cacería con todo el poder del estado contra sus "antiguos enemigos"?

2.- ¿Te molesta cuando el kirchnerismo viola la Constitución delegando facultades, confiscando propiedades, estableciendo impuestos sin ley, usurpando funciones, desconociendo la independencia de poderes, entorpeciendo la libertad de prensa o usando el estado en su beneficio?

¿Te molestó cuando el kirchnerismo y la inmensa mayoría de la oposición violaron las garantías procesales constitucionales de los militares anulando leyes que los beneficiaban (obediencia debida y punto final), estableciendo una legislación ex post (posterior a los hechos) y ad hoc (a la medida de la sentencia que se pretendía) para juzgarlos y condenarlos en contra del art. 18 de la misma Constitución que claramente dice que TODA PENA DEBE BASARSE EN LEYES ANTERIORES A LOS HECHOS QUE SON JUZGADOS, NUNCA POSTERIORES?

3.- ¿Te molesta que el Ejecutivo digite jueces y fiscales destruyendo toda garantía de imparcialidad?

¿Te molestó cuando Alfonsín estableció juzgados y comisiones para juzgar a las Juntas en contra de la advertencia constitucional según la cual "nadie puede ser juzgado por comisiones especiales, ni sacado de sus jueces naturales"? ¿O cuando el kirchnerismo hizo lo mismo con jueces, fiscales, organismo de Derechos Humanos, para acusar y encarcelar uniformados?

4.- ¿Te molesta la violación al ordenamiento jurídico constitucional o sólo te molestan los k?

Las puertas del infierno no las abrieron solo los k. Colaboraron la oposición que votó, el periodismo que apoyó, los intelectuales que callaron, los maestros y profesores que enseñaron que estaba bien lo que estaba mal y la mayoría del pueblo argentino con su ignorancia cómplice y su indiferencia feliz mientras la soja cotizaba a USD 600 dólares y tirábamos la casa por la ventana. 

Hay 2.000 militares presos en abierta violación a todos sus derechos constitucionales y procesales. Los derechos que nombramos y muchos otros: non bis in idem[i]; beneficio de la ley penal más benigna; irretroactividad de la ley penal; cosa juzgada; etc.

Casi 300 murieron en cautiverio...

No soy militar, ni abogado de militares, ni pariente de militares. Pero siempre sospeché que "hacer la vista gorda" con el sistema “para darse el gusto” era cambiar la primogenitura por un plato de lentejas y abrir la caja de pandora de infinidad de males.

Seguramente hay entre los presos alguno cuyas tropelías y crímenes lo hacen merecedor del peor de los castigos. Pero esto debe establecerse de acuerdo al ordenamiento jurídico vigente. “No hay delito sin ley”.

Y quienes no se arrodillan ante la ley suelen arrodillarse ante tiranos.

Gabriel Vénica
Gvenica@uade.edu.ar

lunes, 3 de noviembre de 2014

30/ 10 / 2014 NO TE DEJES LLEVAR POR LA JUNTA








“NO TE DEJES LLEVAR POR LA JUNTA
El gobierno ha manifestado su intención de recrear las JUNTA NACIONAL DE GRANOS.
Diez  razones para decir no a este desatino:
1.- Las juntas fueron sinónimo de corrupción y centro de cooptación de aquella dirigencia propicia al maridaje con el Estado. Nunca mejoraron los precios y sí, en cambio, silenciaron a quienes encontraron en el organismo un lugar donde colocar a hijos, yernos y cuñados. Llegaron a generar 8.000 cargos rentados sostenidos por exacciones al mismo agro que decían ayudar.

2.- Las juntas fueron un mal producto de una mala época. Surgieron con la crisis del 30 en un mundo que había abandonado el patrón oro, el librecambio y aumentado el proteccionismo y las barreras aduaneras creyendo, como nosotros seguimos haciéndolo, que se podían solucionar los problemas del “intervencionismo” de la guerra y la post guerra con más intervencionismo. Los casos paradigmáticos de esta tendencia anti libre mercado fueron el socialismo soviético y el nacional socialismo nazi (del que fuimos aliados en su momento). Lo que se salvó de estos extremos, flirteó con recetas estatistas y dirigistas de las que no fueron ajenas ni Inglaterra ni EEUU.

EEUU, como dijimos, no escapó a esta tendencia de nefastas consecuencias. En 1920 comenzó a elevar sus tarifas aduaneras para proteger su industria perjudicando a la industria europea, lo que resultó, como no podía ser de otra manera, un boomerang: cayeron sus exportaciones al viejo continente, afectando especialmente a los agricultores norteamericanos. Es así que en 1924, se dicta la ley McNaury-Hagen, estableciendo precios mínimos y cuotas para la compra de cereales en el mercado norteamericano.   Un mal diagnóstico y un pésimo remedio[i]

Las circunstancias en Argentina no podían ser más propicias para la aparición del engendro de marras. Los precios de los granos caen en 1930 producto del proteccionismo y la recesión internacional y se produce en nuestro país  el golpe del 30.

3.- En este contexto las “juntas” pusieron las bases  del “robo del siglo” al campo. El General filo fascista Uriburu inicia en 1931 la era de los controles de cambio[ii]  horadando el sistema económico y rentístico alberdiano plasmado en nuestra constitución que había llevado a la Argentina de ser el país más pobre y despoblado de América Latina una de las siete potencias del orbe[iii]

El control de cambios contribuyó a sobrevaluar el peso perjudicando a los exportadores (productores) y beneficiando a los importadores. En vez de solucionar el problema dejando flotar libremente la divisa, el Presidente Agustín P. Justo lo profundiza desdoblando el tipo de cambio en oficial (comprador y vendedor) y libre (decreto 31.130).

Y en compensación del perjuicio ocasionado a los productores no tiene mejor idea que crear  el 28 de noviembre de 1933  por decreto 31.864 la “JUNTA REGULADORA DE GRANOS”[iv]; un “engañapichanga” cuyos articulado habla por sí solo. Decía:

Art. 3°: La Junta Reguladora de Granos comprará todo el trigo, lino o maíz que se le ofrezca a los precios básicos, y lo venderá a los exportadores, conforme a los precios del mercado internacional, con destino exclusivo a la exportación. 

Art. 4°: La diferencia entre los precios de compra y de venta de dichos granos, así como los gastos de la Junta Reguladora, se cubrirán con los recursos del Fondo de Cambios constituido por el margen entre el precio de compra y de venta de las divisas disponibles y en ningún caso podrá ser mayor que ese fondo. 

En los considerandos del decreto de creación de la Junta se decía: "Que el margen existente entre el tipo de compra y el tipo de venta de las divisas extranjeras proviene de asignar a las letras de exportación de nuestros productos agropecuarios, y por lo tanto al precio de éstos, una cotización  inferior a la que en realidad les corresponde dado su precio mundial y el valor real de dichas divisas”. ¿Hace falta aclarar la trampa?

4.- Las Juntas fueron parte de un artificio para expoliar al productor:   No se le asignaba al productor el precio real de la divisa de exportación, sino un precio menor. Con la diferencia se constituía un “fondo” y con el “fondo” se le mejoraba el precio al productor. Lo que se le quitaba era, obviamente, mucho más que lo que se devolvía.

Repetimos: El Estado compraba las divisas a un precio más bajo que aquel al que las vendía a los importadores. Este margen pasó a constituir el "Fondo Margen de Cuentas"."  Con este “margen de cambios” se extraían recursos al campo con la excusa de obtener fondos para la Junta Reguladora de Granos (“te saco para devolverte”). Lo devuelto jamás superó el 10% de lo expoliado vía desdoblamiento del tipo de cambio. Esto sin contar las retenciones[v].

5.- En el período 1930-1987 durante la vigencia de las Juntas se produjo una traslación de fondos del sector agropecuario al estado u otros sectores del orden de los u$s 376.400 millones (seis deudas externas completas a la fecha del fin de las juntas).[vi]

6.- Las Juntas no cumplieron ninguno de sus objetivos de control y regulación. Todo lo contrario. Crearon y promovieron el mercado negro de divisas;  complicaron las importaciones (Los importadores podían embarcar las mercaderías, pero muchas veces se les negaba el permiso de cambio o lo recibían después de un largo tiempo) y aumentó la burocracia y los privilegios (Así lo expresa un testigo de la época “Dos personas eran quienes decidían a quién otorgar los permisos de cambio. Lo hacían con buena voluntad, movidos por lo que ellos consideraban el bien del país. Mas lo hacían a ojo de buen cubero, sin estadísticas; lo hacían diciendo sencillamente desde su escritorio: este comerciante que trae hilo es buena firma y se le da tanto; este otro comerciante que también trae hilo, no es buena firma, y se le da menos)."[vii]

7.- Los ejemplos habitualmente citados de las Juntas de Australia y Canadá no tienen validez. Son países sin retenciones, sin cierres de exportaciones, sin desdoblamiento del tipo de cambio. Este es el punto. Pensar en una JUNTA en medio de la maraña regulatoria y confiscatoria argentina no es sino contribuir a confundir el diagnóstico y licuar las responsabilidades. Por otro lado, eliminadas las retenciones, los cierres de exportaciones y el desdoblamiento del tipo de cambio ¿para que queremos juntas? Sería como volver a invocar al genio maléfico del que nos hemos librado. Vale aclarar que la Junta Australiana (AWB) ha sido privatizada y perdió el monopolio de la exportación en 1998 en medio de denuncias de corrupción y la Junta Canadiense (CWB) opera en sólo una parte del Canadá, uno de los países más transparentes y respetuosos de la propiedad privada del mundo, sin retenciones, sin cierres de exportación, sin desdoblamiento cambiario.

8.- La Junta de Granos fue un mal ejemplo que se multiplicó generando una gran cantidad de organismos reguladores, puestos y cargos públicos que instauraron una nomenklatura parasitaria cuya descendencia y funestas consecuencias llegan a nuestros días. Entre otros entes afines a las Juntas se crearon: la Comisión Nacional de Azúcar (11-5-28);  la Comisión Nacional de Fibras Textiles (14-1-31); la Comisión Nacional de Fomento Industrial (15-1-31); la  Comisión Nacional de Patatas (8-7-31); la Comisión Nacional de Extracto de Quebracho (15-7-33); la Dirección Nacional de Elevadores de Granos (7-10-33); la Junta Nacional de Carnes (7-10-33);  la Junta Nacional de Yerba Mate (8-11-33); la  Junta Reguladora de Granos   (28-11-33); la Junta Reguladora de la Industria Lechera  (12-4-34); la Comisión Nacional del Aceite (5-6-34); la Comisión de Productos Alimenticios Nacionales (30-6-34); la Junta para Promover Exportaciones de Carne (27-7-34); la Comisión Nacional de la Industria Vitivinícola (11-8-34); la Junta Nacional para Combatir la Desocupación (21-8.34); la Junta Reguladora de Vinos  (24-12-34); la Comisión de Harinas  (13-4-35); la Comisión Nacional de Algodón  (27-4-35); la Comisión Nacional de Granos y Elevadores (5-10-35); Comisión de Fruticultura (12-12-35); Comisión de Préstamos de Semillas  (22-2-36); la comisión de Petróleo y demás Hidrocarburos  (8-5-36); la Comisión Consultiva Nacional de Bosques  (3-6-36); la comisión Nacional de Coordinación de Transportes     (5-1-37); la  Comisión Nacional del Carbón Vegetal  (12-6-37); la Junta Consultiva de la Industria Molinera   (14-5-38); el Comité Asesor de Lanas (24-5-38); la  Comisión de Control de Abastecimiento  (8-9-39); el Consejo Agrario Nacional  (21-8-40)[viii]  

9.- Las juntas son el símbolo del mal que aqueja al país: el temor al libre mercado, la competencia y la propiedad privada[ix].

10.- Las juntas son anticonstitucionales.  Una “superstición estatista”.

Gabriel Vénica
Gvenica@uade.edu.ar  





[i] Para compensar los desastres producidos por la política arancelaria proteccionistas y alentar las exportaciones de productos norteamericanos la Reserva Federal de los Estados Unidos impulsó una política de expansión del crédito. Parte de la liquidez producida se canalizó hacia créditos a corredores de bolsa (Brokers Loans) . Esta seria la causa fundamental del gran auge de Wall Street y de su derrumbe.   Habría que agregar el excesivo gasto en que incurrió el Estado generó un gran déficit de presupuesto que intentó corregir la nueva ley de réditos, que aumentó los impuestos en una forma nunca vista en tiempos de paz: pasó del 25% al 63%. Ellos aprendieron de sus errores

[ii] Desde la década del 30 múltiples métodos han sido utilizados para ejercer el control de cambios; desde el tipo de cambio fijo de principios del'30, pasando por sistemas de crawling peg, devaluaciones mensuales, "tablitas", tipo de cambio libre con flotación sucia, etcétera. La sobrevaluación o devaluación de la unidad monetaria argentina -peso, peso ley, peso argentino o austral vigente fue la única constante a lo largo de estos últimos sesenta años de políticas cambiarias. La moneda argentina no pudo así encontrar su valor real salvo escasas excepciones, y por muy poco tiempo. Estas fluctuaciones intentaron ser compensadas a través de aranceles, permisos y cupos de importación o exportación, créditos, prefinanciación de exportaciones, etcétera, que distorsionaron los mercados creando un clima de incertidumbre en los sectores de la producción.  

[iii]  Entre las medidas que llevaron adelante la destrucción del sistema económico constitucional alberdiano que tan buenos resultados nos había dado, vale la pena recordar, además del control de cambios y la creación de las Juntas de granos; el inconstitucional impuesto a los réditos aceptado promulgado por tres años y la ley de coparticipación que destruyó el sistema federal transformando a las Provincias en dependientes de la Nacion. Podríamos agregar la creación del BCRA para preservar el valor de la moneda (hasta ese momento nunca habíamos tenido inflación).

[iv] En el año 1946 la Junta Reguladora de Granos se convierte en el I.A.P.I., hasta 1956 en que es disuelto. En 1963 se crea por el decreto-ley 6698 la Junta Nacional de Granos.
[v] Del total del margen obtenido por la compra y venta de divisas por parte del Estado se destinó para subsidiar al agro a través de la Junta Reguladora de Granos: en 1933 el 1,18 %; en 1934 se destinó el 7,74%; en 1935 el 1,17; en 1936 el 2,99%. Los subsidios a la actividad agropecuaria fueron también canalizados a través de otros organismos distintos de la Junta Reguladora de Granos, tales como: La Junta reguladora de la Industria Lechera, la Comisión Nacional de Algodón y la Junta para Promover Exportaciones de Carne. La suma de los subsidios otorgados por estas últimas, más la Junta Reguladora de Granos, representan en el período 1934-1936  el 5,43 del total del margen. Como decíamos lo devuelto al campo nunca llegó al 10% de lo previamente confiscado. Fuente: Memorias del Ministerio de Agricultura.

[vi] Fuente: Mensaje para la Dirigencia Argentina. Instituto de Estudios Económicos, SRA, diciembre de 1988.

[vii]Fuente: Pinedo "El plan de acción económica”, p. 27. (10)

[viii] FUENTE: Alejandra Bunge, Una Nueva Argentina, Ed. G. Kraft Ltda., Buenas Aires. 1940, pp. 271-273.   
 
[ix] El control de cambios de aquellos días (cualquier parecido…): Al abandonar Inglaterra la libre convertibilidad de la libra se producen en el mercado de divisas grandes oscilaciones debidas al impacto de esta medida. Es entonces que el gobierno (URIBURU) dicta los decretos del 10-10-31, del 22-1031 y 25-1-32, por los que:   
a) Se prohibían las compras y las ventas de cambio a toda institución que no fuera un banco de la Capital autorizado por la Comisión de Control de Cambios.  
b) Las transacciones se efectuarían al tipo de cambio oficial fijado por la Comisión.  
c) Los exportadores liquidarían sus divisas en los bancos autorizados, sin lo cual no se permitían sus embarques.  
d) Se prohibía la adquisición de saldos libres por parte de extranjeros. Los depósitos en pesos de personas jurídicas o físicas residentes en el exterior sólo podrían ser utilizados después de haberse agotado los saldos existentes. A través de estas medidas se intentaba evitar la salida de capitales.
e) Se creó la Comisión de Control de Cambios, presidida por el Ministro de Hacienda.   
f) Los exportadores debían llevar libros especiales destinados a registrar la venta de artículos, y por otro lado las ventas de cambio. Debían remitir este libro a la Comisión cada semana.   
g) Los bancos autorizados debían enviar diariamente su posición de cambio y un detalle de todas las operaciones de compraventa de divisas o billetes a la Comisión, que comunicaba a los bancos la moneda base y su tipo de cambio en relación con la moneda nacional.  
h) Como el peso se mantuvo sobrevaluado, la demanda de divisas fue constante, por lo que se estableció un régimen de prioridades:    1° Necesidades públicas.  2° Combustibles, materias primas y artículos indispensables.  3° Transferencias de inmigrantes y necesidades para turistas. 4° Mercaderías no imprescindibles.  5° Cancelación o amortización de deudas anteriores.  
i) Para las importaciones debía solicitarse permiso de cambio a la Comisión para la compra de divisas.    

domingo, 28 de septiembre de 2014

28/09/14 EL CUENTO DE AGREGAR VALOR






EL CUENTO DE AGREGAR VALOR

Frases como "el campo no agrega valor" o "es necesario exportar valor agregado" o "agregar valor en origen" (latiguillo oficialista)  se escuchan a diario abonando el falso supuesto que los productores agropecuarios no generan valor y dando pie para que el estado patrocine aventuras industriales destinadas al fracaso y justificar las retenciones.

El valor agregado es el valor económico adicional que adquieren los bienes y servicios al ser transformados durante el proceso productivo. Contablemente expresa la diferencia entre el importe de las compras (costo de producción) y el de las ventas. Esta simple definición pone en evidencia que las frases mencionadas no son mas que falacias basadas en una comprensión fantasiosa del proceso económico.

Falacia uno. El campo no agrega valor

La primer siembra de trigo en territorio nacional se produjo en los inicios del siglo XVI en el fuerte Sancti Spíritu  recientemente descubierto en lo que hoy se conoce como Puerto Gaboto entre Santa Fe y Rosario. El cronista de ese viaje Luis Ramirez, cuenta en su informe a la corona que se sembraron 50 semillas de trigo que sobrevivieron a un naufragio y que con esas 50 semillas se obtuvieron 550, a razón de 11 semillas cosechadas por cada semilla sembrada. 

Hoy por  cada semilla sembrada se logran obtener 300 semillas de trigo y no solo 11.  La diferencia entre 11 semillas y 300 es puro valor agregado; valor que ya existía con las 11 semillas, pero que creció exponencialmente con la incorporación de conocimiento, tecnología y gestión.

La falacia de marras desconoce que la integración de valor se puede dar de manera vertical hacia adelante (transformando el producto) o vertical hacia atrás (mejorando el proceso de obtención del producto) y también de manera horizontal (mancomunando esfuerzos para lograr escala). 

El productor agropecuario en general no agrega valor verticalmente hacia adelante por la sencilla razón que allí termina su proceso productivo, con la cosecha. Pero agrega muchísimo valor integrándolo hacia atrás mediante la incorporación de ciencia, tecnología, capital, maquinaria, genética, servicios, siembra directa y de precisión, gestión. También agrega valor mediante la integración horizontal, tanto blanda (asociaciones, join ventures,  grupos Crea) como dura (fusiones empresariales, cooperativas) concretando alianzas para lograr escala productiva y de conocimientos.

Falacia dos: Es necesario agregar valor en origen. 

La frase supone que no se estaría haciéndolo,  lo que es falso. Se agrega valor en origen no solo hacia atrás como lo explicáramos sino también hacia adelante como lo atestiguan las aceiteras, bodegas, molinos harineros, curtiembres, desmotadoras, ingenios, usinas lácteas distribuidos por todo el país. Lo que le falta al país no es el agregado de valor en origen, sino en destino... Esto es en las capitales provinciales llenas de empleados públicos y gente que vive de la gente que debieran transformarse en multiplicadoras del valor generado por sus colonias agrícolas.

Pretender que ante la falta de vocación industrial de estas burocratizadas  magápolis esta parte del proceso corresponde también al productor constituye un fenomenal retroceso. Volver a una economía de subsistencia donde el granjero criaba el cerdo, lo alimentaba con su maíz, lo carneaba, fabricaba el chacinado y lo iba a vender a la plaza de la aldea (para dejarle la mitad del ingreso bruto al Señor feudal). El desarrollo económico de los pueblos se dió de la mano de la especialización y la división del trabajo y no al revés.  Nadie le pediría a mineros canadienses que se hagan joyeros. El campo debe perfeccionar su parte del proceso sin necesidad de transformarse en "panadero" después de haber cosechado el trigo o fabricante de zapatos con el cuero del animal que ha carneado después de haberlo criado.  


Falacia tres: Es necesario exportar con valor agregado. 

Otro falso supuesto. ¡Se exporta con valor agregado! inclusive con valor agregado hacia adelante. Una parte sustancial de la producción agrícola se exporta elaborada en proporciones similares o mayores a países que se consideran industrializados como Brasil o USA. El 85% de la soja del país se vende como  pellets, harina o aceite del que Argentina es el primer exportador mundial. 

Si no se elabora más es porque el estado lo ha impedido con retenciones al biodiesel en plena etapa de recupero de la inversión; aplicando precios de corte del 50% a la leche en polvo en el 2008 y 2009 cuando el mundo demandaba este producto y pagaba USD 5.000 la tonelada (oportunidad única que aprovecharon nuestros vecinos); o elevando de 4% al 32% los Derechos de Exportación a los preparados para alimentación animal (alimentos balanceados ) que contengan subproductos de soja; entre otros atentados al progreso.

Falacia cuatro: las retenciones se justifican en la necesidad de promover actividades industriales que agreguen "más" valor

La distinción entre campo, industria, servicios responde  a un obsoleto y superado paradigma decimonónico. El campo es hoy actividad primaria, industria y servicios, todo a la vez. 

Esta falacia implica no sólo ignorancia, la que puede ser salvada, sino un pernicioso y arraigado error que tiene por efecto "desalentar la generación genuina de valor" en aras financiar actividades que destruyen valor bajo la ilusión de generarlo.

Si una actividad  económica necesita del subsidio para ser sustentable  no está agregando valor.  Se está apropiando del valor ajeno. O de la expresión monetaria del valor ajeno: la renta.

A nadie se le ocurriría llamar  "agregar valor" al trabajo del mentado orfebre canadiense que no pudiendo competir con su colega italiano obligara a las eficientes empresas mineras de su país a proveerle el metal a precio subsidiado, en un juego de suma cero donde lo que genera como renta es lo que la minera perdió. Los Canadienses prosperan concentrándose en las actividades en las que son buenos (donde producen realmente valor) y no en aquellas en las que no tienen ventaja. 

Esto se llama derroche de recursos, asignación ineficiente o "trabajar al cuete", nunca "agregar valor". Sin embargo este es el nombre que se  pretende dar al trabajo de un molino harinero que recibe trigo a precios menores a los internacionales merced a los cierres de exportación. Como dijimos, si agregase genuinamente valor no necesitaría "ayuda" y si la necesita "no esta generando genuinamente valor" sino destruyendo valor generado por  otros.

¿Qué familia muy competitiva organizando eventos y recitales pensaría en destinar dinero para que uno de sus integrantes que desafina pero sueña con ser cantante supla su falta de talento artístico con fondo ajenos? Al menos no le llamarían a este desatino "agregar valor".  Se trataría simplemente de una ineficiente distracción de recursos para sostener un capricho.

La mejor política para incentivar el agregado de valor se llama “libertad de comercio y respeto a la propiedad privada  y a su fruto: la renta”.

Como dijera el promotor de esta idea y padre nuestra Constitución Nacional, Juan Bautista Alberdi: “¿Qué exige la riqueza de parte de la ley para producirse y crearse? Lo que Diógenes exigía de Alejandro: que no le haga sombra”




Dr. Gabriel Vénica (MBA)
gvenica@uade.edu.ar

sábado, 23 de agosto de 2014

23 08 14 PINO... El CHACHO ALVAREZ DE UNEN

Para el Informador Público: http://site.informadorpublico.com/2014/08/23/pino-el-chacho-alvarez-de-unen/




No le gustan los modales
Pero le gusta el modelo...
Nunca olviden radicales...
Cuando el zorro pierde el pelo.
…”

PINO no puede aceptar a MACRI en UNEN porque Pino adhiere al modelo k,
Puede que no adhiera a alguno de los modales k; pero adhiere al modelo.
 Aceptar a MACRI significa renunciar al sueño del socialismo de buenos modales de heredar al socialismo de malos modales que representa el FPV.

En definitiva PINO no hace sino lo que en su momento hizo Chacho Alvarez en la Alianza: parasitar a un partido con gran presencia territorial (el Radicalismo) para llevar adelante los objetivos de la izquierda socialista. 

De hecho lo logró boicoteando el intento de De la Rua por evitar el derrumbe (allende la polémica sobre si hubiera ocurrido igual).

Su objetivo, el de Chacho Alvarez, no fue luchar contra la corrupción (de hecho hoy participa de la misma en su condición de conspicuo funcionario k) sino llevarnos de la mano de la caída de De la Rua y la convertibilidad al modelo que actualmente nos gobierna y que el FREPASO propugnaba desde sus inicios: SOCIALISMO SIGLO XXI
.
El  (objetivo) de Pino (confeso admirador de Chaves) es asegurar su continuidad
La clave para cambiar de modelo  no consiste en “que le explote a los k”  como muchos anhelan; sino que los k arrastren en su derrumbe al pensamiento estatista, izquierdista, antimercado y anticonstitucional que lo sostiene y que desde siempre promueve la izquierda y todo lo que de izquierda y estatismo tienen la mayoría de los partidos.

OJO CON PINO y el SOCIALISMO.
Son a UNEN lo que el FREPASO fue a la Alianza: El reaseguro de la izquierda para perpetuarse en medio de la hecatombe.
El Radicalismo pagó un alto costo con la crisis del 2001/2,  pero el FREPASO (que también  integraba la ALIANZA) siguió en el poder, lo acrecentó con los K (usando esta vez al peronismo de portador) y se dedicó hipócritamente a criticar un pasado del que fueron parte.
Nilda Garre, Chacho Alvarez, Abal Medina, Bielsa, Diana Conti, los derechohumanistas, los intelectuales y periodistas progres...
Todos fueron FREPASO.
Todos fueron ALIANZA.
Hoy son todos k.
Y PINO es su puente con el futuro.


Gabriel Vénica

lunes, 18 de agosto de 2014

PLANES Y DELITOS = DIRECTAMENTE PROPORCIONALES


Existe una correlación directa entre la cantidad de planes y el número de delitos. 

Los planes eximen a las personas de tener que ajustarse a las exigencias del "mercado laboral" (horarios, disciplina, respetar consignas y reglas, obedecer); dispensan de la necesidad de tener que conservar una buena imagen y prestigio para poder "vender ventajosamente la propia aptitud laboral"; rompen con el principio según el cual es deber de cada uno "ganarse el pan". 

Rotas estas premisas básicas de la civilización es inevitable que el ser humano se degrade a niveles que harían avergonzarse a un nómade salvaje anterior al neolítico.

Es la  comprobación fáctica que realizo todos lo días como Asesor de Empresas frente al problema de los RRHH:

Hemos descendido a niveles que en otra época hubiéramos calificado, sin ponernos colorados, de subhumanos.

No existe en vastos sectores sociales, la noción de deber, de jerarquía; de urgente, de "necesario".

Dificultades para entender consignas simples (no hablemos de procedimientos), incapacidad para sentir "vergüenza" por no cumplir una orden o ausencia del concepto de "calendario" en la cabeza.

No por maldad..., siquiera por desidia... 

Es algo previo, más básico. Podría contar decenas de anécdotas al respecto. 

Una maestra especial, se sorprendió ante mi comentario, del parecido de esta falencia cultural con las dificultades de chicos con problemas de aprendizaje con los que interactúa. No pueden realizar ciertas operaciones porque no han incorporado aún las nociones de prioridad (primero que, después que...), de espacio (arriba, abajo, adelante, detrás).

Estamos frente a dificultades parecidas a las que tuvieron los nómades recolectores de hace 10.000 años para asimilar los códigos de conducta que se desprendían del concepto de "propiedad" que instalaban progresivamente los pueblos que se hacían sedentarios”, concepto que implicaba incorporar las nociones de mío, ajeno y responsabilidad.

Sólo el mercado incluye.

domingo, 10 de agosto de 2014

10/08/14 DE LA PROTESTA A LA PROPUESTA: la fórmula para anestesiar al campo

Publicado en la revista agropecuaria PUBLICARG





EL TEXTO PUBLICADO:

¿A quién se le ocurriría proponerle a quien lo están  asaltando impunemente que pase de la protesta a  la propuesta? ¿O a quien le están incumpliendo un acuerdo o no le están pagando el sueldo…?

Esa sin embargo fue la consigna que motorizaron algunos foros y asociaciones agrarias en el 2009, el 1010 y aún después.

El  Kirchnerismo estaba en su peor momento. Sin mayoría en el Congreso,  con el sector agropecuario vigoroso y triunfante en la 125,  aglutinado junto con buena parte de la oposición detrás de la Mesa de Enlace; con decenas de productores “autoconvocados” organizados, combativos y unidos con claras consignas sintetizadas en el Manifiesto de Salto.

Reuniones, asambleas locales y nacionales se sucedían por doquier. El campo bramaba por el fin de las trabas (retenciones y control de exportaciones) con un oficialismo confundido cuyo ciclo todos daban por terminado y con políticas para el sector  que generaban resultados diametralmente opuestos a los pretendidos: menos carne, menos trigo, menos leche, pérdida de mercados internaciones, desinversión y aumento de precios a los consumidores.

Estaba claro que el campo no necesitaba que le enseñen a rotar, a ordeñar, a incorporar tecnología, a ganar mercados, a invertir ni a agregar valor.

Necesitaba libertad de comercio y respeto a la propiedad privada y a sus frutos: la renta. Este era el  grito.  Se oía el ruido de rotas cadenas con una oposición que, aunque en buena parte  estatista e intervencionista como el oficialismo, no podía sino acompañar a quien le había dado la única victoria resonante contra un oficialismo todopoderoso.

En ese contexto apareció la fórmula anestésica: PASAR DE LA PROTESTA A LA PROPUESTA.

Como si no le bastase al campo con ser liberado de retenciones y trabas al comercio exterior, de turbios y engañosos subsidios y compensaciones (lacteos, feed lots, maíz) y de organismos nefastos,  para “explotar en un festival de productividad y crecimiento” traccionando al interior productivo en particular y al país en general.

“No a las retenciones; no al cierre del comercio exterior; no a la segmentación”.  
“Eliminación de la ONCCA o de cualquier organismo o función que a contribuya a estatizar el comercio agropecuario y a mantener el nefasto y discrecional intervencionismo que ha destruido la actividad agropecuaria y ha promovido un capitalismo de amigos en detrimento de un mercado transparente”. 
“No a los subsidios y compensaciones otorgados en reemplazo de la legítima rentabilidad previamente confiscada que constituyen un paliativo indigno que nos somete al clientelismo económico (mil veces más reprobable que el clientelismo social o político)”.

Así rezaba el Manifiesto de los productores autoconvocados consensuado después de cuatro Asambleas Nacionales.

“No queremos una mano, sáquennos las dos de encima” era el sentimiento dominante.

Entonces, como dijimos, apareció el tentador señuelo: “pasar de la protesta a la propuesta”. Y el campo quedó enredado en bizantinas discusiones que ya no hablaban de romper barrotes sino de hacer más cómoda, llevadera y productiva la estadía en la cárcel.

Ya no se trataba de cambiar de raíz el modelo anticonstitucional sino de “mejorarlo”. O peor aún, de “acomodarse a él”.

Los productores se encontraron así reunidos con sus verdugos integrando  “autoproclamadas cadenas” junto con quienes se hacían un pic nic con los cierres de exportación (Ej.: molinos harineros).  

El sector dejó de pelear por la liberación y sus derechos encarnados en la protesta para participar de seminarios, congresos, simposios y creativas tormentas de ideas para ver como se podía seguir produciendo para el ejecutivo nacional y “dar de comer al mundo” aún al precio de la violación sistemática de sus derechos constitucionales y de reemplazar al chacarero y al ganadero genuino por sociedades fantasmas o por aventureros acostumbrados a trasladar su riesgo a los proveedores.

No faltaron organizaciones y asociaciones que  promocionaron el advenimiento del “superproductor” (reencarnación del hombre nuevo guevarista o del superhombre nietzscheano “) dispuesto a demostrar -y jactarse- de que se puede cosechar aún en el Sahara y ganar dinero en medio de la guerra.

Hoy se vuelve a las fuentes. Así lo entienden los autoconvocados que recuperan combatividad con su proclama de siempre: El MANIFIESTO DE SALTO (1).

El país se hizo grande con libertad. Al campo le alcanza con que se respeten sus derechos constitucionales (por los que reclama y protesta): No necesitan que le enseñen a sembrar.

Gabriel Vénica


10/08/14 EL MANIFIESTO DE SALTO Y EL PRODUCTOR ALIENADO



AL PRODUCTOR ALIENADO EL MANIFIESTO DE SALTO LE PARECE CORTO... 

Sueña con programas, políticas, tratados, leyes, artículos, códigos y digestos agropecuarios que den cuenta de cada detalle de la actividad, de cada región, de cada cultivo y de cada productor. Los espacios vacíos le producen agorafobia (casi como agrofobia).

Como Platón cree que la vida real es un reflejo del mundo de las ideas... La única diferencia es que donde Platón ve "ideas" el ve leyes. Lo demás es lo mismo. Atado al fondo de la caverna no concibe otra realidad que la que esta mediada por el LEVIATAN.

Le resulta imposible pensar una actividad sin que esté regulada. Cree que las cosas se hacen por el legislador lo ha mandado... Que lo que no esta regulado es el origen de los males y que lo que esta mal es porque no esta regulado. La libertad le da vértigos.

Me ocurre lo contrario. EL MANIFIESTO me parece largo (aunque prefiero dejarlo como está y no abrir la caja de Pandora).

Las grandes revoluciones y cambios de la historia vienen de haber descubierto o concebido un buen principio rector. 

Un buen principio rector transmitido y encarnado en una proclama,  una sentencia, un manifiesto claro y disitno fácilmente memorizable y operativo vale mas que un tratado (2). 


Con 10 mandamientos  Moisés organizó un pueblo y le dio ventajas sobre sus vecinos.

Jesús simplificó y dijo que todo se resumía en "ama al prójimo como a ti mismo".

La Iglesia concibió un credo en Nicea en el 325 para resumir kilométricas discusiones teológicas. Se sigue rezando hoy día.

Basto a los ingleses con el famoso "no taxation without representation" (no hay impuesto sin representación o, lo que es lo mismo, no hay impuestos sin ley) para poner en marcha uno de los cambios más fecundos de la humanidad: los límites al poder  absoluto de los reyes por un lado; el constitucionalismo y el estado de derecho por el otro (3). 

Y le sobró a Marx con  "la historia humana es la historia de la lucha de clases" para arruinarlo todo. Hoy sigue siendo el axioma radical para destruir sistemas, tradiciones y culturas encarnado en el indigenismo, el feminismo, la ideología de  género, el abolicionismo, la filosofía analítica, la teología de la liberación, la pedagogía de Freire y las políticas culturales gramscianas.

Le alcanzaron a Alberdi dos piedras fundamentales, la inviolabilidad de la propiedad privada y la mas absoluta libertad de comercio, para dar cuenta del sistema económico y 
rentístico que hiciera del país mas despoblado y pobre de Sudamérica (Argentina) una de las siete potencias del globo. 

Si El MANIFIESTO ES CLARO, no aclare que oscurece. 

Gabriel Vénica
gvenica@uade.edu.ar


(2) "Un manifiesto claro y distinto, fácilmente memorizable y operativo vale mas que un tratado" Por eso los partidos políticos suelen contar con largas y ambiguas plataformas que aludiendo y conformando a todos aseguran que no pase nada. 
(3) "No taxation without representation".  A los ingleses les alcanzó  con este y otros principios repetidos uno y mil veces. Hasta el día de hoy no tuvieron siquiera constitución escrita.