miércoles, 29 de abril de 2015

01/04/2015 MITOS CRIOLLOS: MODELO AGROEXPORTADOR VS. MODELO INDUSTRIALISTA









MITOS CRIOLLOS  = 
MODELO AGROEXPORTADOR VS. MODELO INDUSTRIALISTA

Uno de los mitos criollos se expresa en la antinomia agro vs industria.

Consiste este mito en oponer al modelo “agroexportador” del 1900  un supuesto “modelo industrialista” que debiera reemplazarlo.


Según este mito, el desarrollo agropecuario:
·      Es contrario al desarrollo industrial.
·      No genera valor agregado ni empleo.
·      Nos condena a una economía pastoril y extractiva para pocos.
·      Su máxima expresión jurídica, política y económica (el modelo agroexportador de hace un siglo) impide el desarrollo industrial.


Lo dicho justificaría la aplicación de una economía dirigida e intervencionista, incluídas retenciones y control de cambio y del comercio exterior, en aras de desarrollar una industria con valor agregado sustituyendo importaciones.

Las mismas estadísticas oficiales muestran otra cosa:





·            Durante el llamado “modelo agroexportador”, donde primó el libre mercado, la apertura del comercio exterior, el respeto a la propiedad privada (renta agraria e industrial), la libre movilidad de los factores (trabajo, capital, bienes) no sólo el agro tuvo un desarrollo extraordinario constituyendo lo que dio en llamarse “el granero del mundo".

·            Sino que el país en su conjunto acompaño este crecimiento pasando la Argentina de ser el país más atrasado, despoblado y pobre de latinoamérica a una de las siete potencias del mundo, superando el ingreso (PBI) per capita de los países europeos, igualando el de Australia y Canadá y poniéndose apenas por debajo del PBI de Estados Unidos; creciendo en estos años más rápido que todos los países nombrados.



Es más…

·      Durante el llamado "modelo agroexportador" no solo se creció y desarrolló el agro...

·      Sino que lo hizo la misma industria, a la par del agro e incluso más que el agro, a una vertiginosa tasa del 5% anual acumulada durante más de 50 años seguidos… (cifra nunca igualada en la historia argentina y verdadero record mundial en una época donde una tasa de crecimiento del 3% anual era destacable). Adjuntamos gráfico que muestra el crecimiento comparado del país, del agro y de la industria…




Vale aclarar que las cifras del período 1875 - 1930 abarcan la fantástica cantidad de 55 años. Mientras que las cifras oficiales (INDEC) de crecimiento del período 2001 -2008 sólo incluyen 8 años excluyendo las etapas recesivas tanto anterior como posterior lo que sin duda es engañoso al considerar sólo los picos del ciclo económico. [1]

La destrucción del llamado “modelo agroexportador”, fue en realidad la destrucción del sistema económico pensado por Alberdi y plasmado en nuestra Constitución Nacional, basado en pocos impuestos, respeto a la propiedad privada, libre comercio, moneda sana y apertura al mundo)

La destrucción del llamado “modelo agroexportador” significó no solo la destrucción del agro, sino también la destrucción de una industria genuina, sustentable, competitiva y abierta al mundo y su reemplazo por un industria prebendaría, protegida y subsidiada.

La destrucción comenzó en parte con las 20 intervenciones provinciales y el congelamiento de alquileres de Hipólito Hirigoyen, se profundizó con la ley de caoparticipación, el impuesto a los réditos, el control de cambios y del comercio exterior (Juntas) en la década del 30 y alcanzó su culmen con el golpe del 4 de junio de 1943 (golpe incoado por Perón que lo depositara en el poder). Como dijimos, no sólo freno el fenomenal desarrollo agropecuario, sino el de la misma industria en particular y el de todo el país en general, a pesar de los momentáneos, espasmódicos y generosamente publicitados despertares industrialistas basados en la transferencias de recursos desde el agro a una industria subsidiada y artificial (esto  es generada a partir de “señales engañosas” enviadas por  el estado y no por el mercado).

Durante el modelo constitucional y alberdiano, llamado agroexportador, los beneficios del incremento de la riqueza agropecuaria se vieron tanto en el campo como en la ciudad. Las actividades de comercialización, transporte y transformación de materias primas generaron trabajo y oportunidades para argentinos y extranjeros recién llegados como nunca en nuestra historia desarrollando la primer clase media digna de tal nombre de América Latina y una de las primeras del mundo.

Los ejemplos de la notable industria desarrollada en aquellos años, sin protección, subsidios ni prebendas, abundan:

•       El alsaciano Emilio Bieckert,  entre 1860 y 1870 inauguró en Buenos Aires una fábrica de cerveza con dimensiones y calidad europeos, antes que esta bebida sea un consumo popular en nuestro país.

•       La familia Bemberg siguió con el ejemplo poco después con su emprendimiento en Quilmes; mientras alemanes hacían lo suyo en las colonias santafecinas instalando una tradición cervecera que continúa.

•       Melville Bagley, durante el gobierno de Mitre fabricó el primer producto inscripto en el Registro de Patentes y Marcas (su famosa Hesperidina) y mas tarde incursionó con éxito en la industria alimenticia.  

•       Benito Noel, hizo de sus chocolates y golosinas una marca registrada durante durante siglo y medio.

•       El aleman Jacobo Peuser,  fundó un emporio de artes gráficas en  1868 dando a la actividad editorial argentina un impulso que la puso como líder absoluta de Iberoamérica por mucho tiempo.

•       Sebastián Bianchetti  en 1870 se hizo presente con sus balanzas en miles de comercios minoristas del país.

•       Bartolomé Long inventó en 1875 la “desgranadora argentina” en Colonia Gessler (Santa Fe); en 1878 Nicolas Schneider fabrica el primer arado en Esperanza y en 1917 Jose Fric desarrolla la primer cosechadora autopropulsada del mundo en Pigué [2], entre múltiples inventos y desarrollos que hacían de nuestro país pionero en fórmulas productivas e innovaciones tecnológicas.

•       En 1883, Tiburcio Benegas funda la bodega "El Trapiche" convirtiéndose en una de las personalidades mas importantes de la vitivinicultura de América del siglo XIX junto a Agoston Haraszthy en California y Silvestre Ochagavia en Chile. Esto ocurría en Argentina sin protección, sin subsidios y sin discursos industrialistas.

•       Pequeñas industrias de cerillas (fósforos) prosperan en Barracas. De la unión de tres de ellas surge en 1889 la Cía General de Fósforos que continúa hasta nuestros días.

•       Empresarios como Ernesto Tornquist invierten e impulsan actividades tan variadas como la fundición Zamboni, los astilleros de Berisso, las fábricas de oleo margarina de Seeber, cerámicas Ferrum, TAMET y Sansinena, entre otros emprendimientos. El mismo Tornquist  se encuentra en 1886, involucrado en la exploración y explotación de petróleo y la construcción de ferrocarriles en el Norte de Santa Fe (cuando recién comenzaba a poblarse).

•       El autrohúngaro Nicolas Mihanovich llega a la Argentina en1860 e inicia el imperio naviero que luego continuaría Dodero.

•       En 1884 de la unión del Belga Ernesto Bunge y su cuñado Jorge Born surge Bunge y Born para dedicarse a la comercialización de cereales. En 1899 la empresa adquiere un taller de cromohojalatería, a través del cual incursiona en el mercado de envases. Nace así la empresa Centenera S.A., que se convierte en la principal compañía dedicada a la producción de envases de hojalata en la Argentina. En 1902 el grupo instala un molino harinero en el Dique III de Puerto Madero. Nace así la empresa Molinos del Río de la Plata.

•       En 1911 una huelga de los obreros de la panificación es el estímulo para que Torcuato Di Tella invente una máquina amasadora de pan.  Es tal su éxito, que crea la empresa Sección Industrial Amasadoras Mecánicas (SIAM), que en 1930 se transforma en una planta de fabricación de maquinaria industrial y electrodomésticos. La empresa es la metáfora perfecta de lo que no debe hacerse si se quiere tener una industria digna de tal nombre. Una pujante empresa surgida sin ayuda del estado merced al talento competitivo de un pionero termina en bancarrota en 1972 después de algunas décadas de crecimiento errático en el contexto de un estado intevencionista que paradójicamente decía ayudar a las industrias, señuelo que los hijos de Torcuato  no dejaron de morder.

•       En 1924 Julius Steverlynck, funda la Algodonera Flandria S.A. Con el tiempo se convierte en una industria floreciente y en su entorno crece aceleradamente una ciudad satélite de Luján.

•       Son incontables desde 1853 los nuevos emprendimientos industriales vinculados directamente a la producción rural, como los frigoríficos y las industrias bodeguera,  azucarera y lechera.

•       Las pequeñas industrias elaboradoras y comercializadoras de productos derivados de la leche prosperan imparables. En 1855 aparece Magnasco Hnos

•       Un poco más tarde son una explosión alrededor de las estaciones de tren que llevan y traen progreso desde las grandes capitales al interior y del interior a las capitales: Sr. Svensoni (sueco) en estación Gándara, F.C.S; "La Escandinavia' (suecos) en estación Jeppener, F.C.S.; "La Delicia' (suecos y argentinos) en estación Florencio Varela, F.C.S.; "La Martona" de Vicente Casares (argentino) en estación Vicente Casares, F.C.S.; Sr. Nicolás Rinaidini (italiano) en estación Marcos Paz, F.C.O.; Sr. Cohan (inglés), en estación Altamirano, F.C.S.; Sres. Larsen y Oisen (dinamarqueses), estación Chascomús, F.C.S.; Sr. Jorge Guerrero, en Estación Guerrero, F.C.S.; Sr. Tomás Mahon, en estación Altamirano, F.C.S..

Este era el país que en 1889 asombraba al mundo en la Expo Universal de París, realizada con motivo del centenario de la Revolución Francesa y cuya estrella fue la Torre Eiffel. La otra estrella fue un pabellón que se parecía a un palacio y que se destacaba claramente en Les Champ de Mars, donde se desarrolló la exposición. Era el pabellón Argentino que empequeñecía al resto y donde brillaban por supuesto, la agricultura y la ganadería, pero también, industrias como Sansisena que impresionaba con novedades tecnológicas como una cámara de conservación de carne en frío para la exportación proveniente de las míticas pampas.

Los franceses hablaban por igual de los suelos y de las fábricas argentinas.


“Su futuro es tan grande, su prosperidad creciente, su situación excepcional, comparable a la de los Estados Unidos del Norte....” decían asombrados los periodistas.


Este fue el sistema económico alberdiano, el modelo constitucional, mezquinamente llamado “agroexportador”, al que se decidió demonizar para destruirlo después, e inaugurar así la etapa de decadencia en la que Argentina pasó del puesto siete entre las primeras economías del mundo al puesto número setenta.




[1] Los años de crecimiento de la última década son engañosos por cuatro motivos: a) Toma sólo los mejores años del ciclo económico (no se incluyen los últimos años recesivos, posteriores al 2008); b) Parte de un piso  muy bajo, a saber la etapa inmediatamente posterior a la devaluación con el país parado y una fenomenal caída del PBI; c) Buena parte del crecimiento industrial posterior se debe al recupero de capacidad instalada de la década anterior que si bien terminó mal fue prolífica en mejoras tecnológicas; d)  El crecimiento industrial fue favorecido por aportes fenomenales del estado (subsidios, prebendas y protección arancelaria) lo que sin duda generó un crecimiento artificial cuya solidez no fue sustentable en el mediano plazo como resulta visible en la actualidad donde campea la inflación, la recesión y el déficit; e) Las cifras oficiales de crecimiento están infladas por la subestimación de la inflación y la sospecha de manipulación de los datos del INDEC.


[2]  Suele atribuirse  la creación de la primer cosechadora autopropulsada del mundo a Alfredo Rotania de  Santa Fe, en 1929. No es así. La “cosechadora automóvil” de Jose Fric fue creada y funcionó 12 años antes en Pigué. Es cierto sin embargo que la cosechadora desarrollada por Rotania, estuvo mejor cubierta por  patentes de invención (Nº 32397 y 35472) además de tener continuidad en el tiempo. 

domingo, 15 de febrero de 2015

15 02 2015 MITOS CRIOLLOS: EN LOS 90 SE DESTRUYERON LOS OFICIOS Y LA INDUSTRIA






“CAZANDO MITOS”:
“En los 90 se destruyeron los oficios y la industria nacional”

"En los 90 se destruyeron los oficios y la industria nacional" sostiene uno de los dogmas del colectivo progresista y del proteccionismo industrial que buena parte de la sociedad hizo suyo.

Fundamentan la premisa referenciando  a una supuesta dinastía de eximios  torneros, plegadores, matriceros extinguida por obra de la apertura indiscriminada de la economía.

Dando por cierta la hipótesis nos preguntamos ¿Por culpa de quien desaparecieron o menguaron otros oficios no afectados por  la importación: pintores, plomeros, techistas, herreros? ¿Por culpa de quien los hijos de los antiguos frutihorticultores españoles y portugueses fueron reemplazados por bolivianos? De aplicar el mismo criterio debiéramos sindicar a la inmigración (importación de mano de obra). Sin embargo en este punto la progresía y el nacionalismo vernáculo sostienen gambeteando sus propias premisas  “los extranjeros hacen los argentinos no quieren hacer”.

¿Por culpa de quien aquellos que desempeñaron durante años en argentina nobles quehaceres no afectados ni por la importación ni por la inmigración, prefieren que su hijo sea "auxiliar en marketing" y no mecánico, inspector municipal y no "criador de caballos", administrativo y no carpintero, seguridad privada y no oficial panadero, dueño de un kiosco y no maquinista de  cosechadora, plan trabajar y no peón de campo?

Un mal diagnóstico  lleva a equivocar la receta. Sin perjuicio de situaciones particulares que dan pábulo a la conjetura según la cual la destrucción de parte de la “industria nacional” se originó en una apertura espasmódica y violenta, existen datos que obligan a profundizar este diagnóstico simplista:

a)      Buena parte de la industria que desapareció en los 90 sobrevivía con protección arancelaria del 300%, aislada del mundo, con maquinas herramientas que no bajaba de los 40 años promedio de antigüedad, trasladando al consumidor el costo de una ineficiencia crónica (está volviendo a pasar).

b)      La apertura significó competir con productos finales importados pero también la posibilidad de acceso a tecnología, bienes de capital y procesos del primer mundo a precios impensados. La Industria Automotriz invirtió  en los 90 más que en toda la década anterior y siguiente juntas y sentó las bases del vigoroso crecimiento actual. Lo mismo ocurrió con la industria electro metalmecánica de la maquinaria agrícola que pasó de herrerías artesanales a integrar el tándem de países líderes en rubros como sembradoras, fumigadores autopropulsados y dispositivos de agricultura de precisión. Esto se frenó, es  cierto, en los últimos años;  no por culpa de la “apertura” sino de la “protección” que eliminó la competencia y encareció el acceso a la tecnología obligando al productor argentino a pagar por la misma cosechadora, cuatro veces más en dólares en Argentina que en Alemania.

c)      Con la apertura se desarrollaron nuevos oficios en telecomunicaciones, electricidad, informática entre otros sectores, donde nos deslizamos de la Edad Media a la media internacional. Se comenzó a hablar de calidad total, normalización, comercio exterior, mejora continua, competencia-

d)      Aquellos industriales que aprovecharon el uno a uno para equiparse pudieron acceder a tornos de control numérico, centros de maquinado, diseño asistido por computadora, logística profesional y dejar la extemporánea maquinaria semiartesanal obsoleta donde trabajaba el mentado linaje de notables obreros y empresarios protegidos.

e)      Claro está que los que prefirieron una casa en Punta del Este o un viaje de compra a Miami, desaparecieron dejando a sus trabajadores en la calle, como volverá a ocurrir ni bien la realidad obligue a blanquear el festival de subsidios y prebendas y terminar con las barreras arancelarias y para arancelarias a la importación.

Los diagnósticos parciales surgidos de la ideología (izquierda aislacionista anti economía de mercado y los residuos de nacional socialismo criollo), del interés económico (industria prebendaría proteccionista), y de la hipocresía (gran parte de la clase política y el funcionariado oficialista que se desliga de una época –los 90- en la que participaron alegremente) no harán más que llevarnos a repetir antiguos errores.

El dictamen superficial que se emite sobre aquella década lejos de “poner el dedo en la llaga” haciendo una rigurosa autocrítica, lo pone en un “enemigo externo”. Previene contra un mundo que más que un problema es una oportunidad e imagina adversarios que sólo sobreviven en los afiebrados delirios de quienes, consumen cual Quijote dosis excesivas de literatura fantástica (Manifiestos comunistas, vidas del Che Guevara y reflexiones de Página 12, entre otras mitologías) reemplazando al principio de realidad.

Lejos está en mí defender la fenomenal corrupción, el aumento del gasto público pasmoso y el clientelismo exacerbado que se desató en la segunda parte de los 90 con el objetivo de lograr la “re reelección” del entonces (y ahora) aliado de los Kirchner.

Pero me permito dudar ¿No habrán sido esta la causa y no la integración (apertura) al mundo las que forjaron un endeudamiento insostenible con la convertibilidad y la consiguiente recesión y explosión del sistema?

Hacernos esta pregunta nos llevaría (quizá) a encontrar un extraordinario parecido con lo que ocurre actualmente, dónde sólo cambia la forma en que se financia el festival de consumo. Antes con deuda externa; ahora con emisión monetaria, consumo de capital, utilización de los fondos de los futuros jubilados (Ansess) y traslado de los costos a los consumidores y productores.

Gabriel  Vénica

Gvenica@uade.edu.ar

11 02 2015 MEMORIA: EL DIA QUE SE PATEO LA PELOTA AFUERA


martes, 10 de febrero de 2015

02/02/15 EL PRECIO DE LA HIPOCRESÍA


(causa consecuencia)



1.- ¿Te molesta que el Ejecutivo interfiera en causas judiciales violando el art. 109 de la Constitución Nacional según el cual "En ningún caso el presidente de la Nación puede ejercer funciones judiciales, arrogarse el conocimiento de causas pendientes o restablecer las fenecidas" (Art 109 Const. Nac.)?”

¿Te molestó cuando Nestor Kirchner restableció las fenecidas causas contra los militares que combatieron la subversión? ¿Y cuando se arrogó (y se sigue arrogando) el conocimiento de causas pendientes impulsando juicios y condenas contra civiles y militares, indemnizando a presuntos testigos memoriosos, impulsando una feroz cacería con todo el poder del estado contra sus "antiguos enemigos"?

2.- ¿Te molesta cuando el kirchnerismo viola la Constitución delegando facultades, confiscando propiedades, estableciendo impuestos sin ley, usurpando funciones, desconociendo la independencia de poderes, entorpeciendo la libertad de prensa o usando el estado en su beneficio?

¿Te molestó cuando el kirchnerismo y la inmensa mayoría de la oposición violaron las garantías procesales constitucionales de los militares anulando leyes que los beneficiaban (obediencia debida y punto final), estableciendo una legislación ex post (posterior a los hechos) y ad hoc (a la medida de la sentencia que se pretendía) para juzgarlos y condenarlos en contra del art. 18 de la misma Constitución que claramente dice que TODA PENA DEBE BASARSE EN LEYES ANTERIORES A LOS HECHOS QUE SON JUZGADOS, NUNCA POSTERIORES?

3.- ¿Te molesta que el Ejecutivo digite jueces y fiscales destruyendo toda garantía de imparcialidad?

¿Te molestó cuando Alfonsín estableció juzgados y comisiones para juzgar a las Juntas en contra de la advertencia constitucional según la cual "nadie puede ser juzgado por comisiones especiales, ni sacado de sus jueces naturales"? ¿O cuando el kirchnerismo hizo lo mismo con jueces, fiscales, organismo de Derechos Humanos, para acusar y encarcelar uniformados?

4.- ¿Te molesta la violación al ordenamiento jurídico constitucional o sólo te molestan los k?

Las puertas del infierno no las abrieron solo los k. Colaboraron la oposición que votó, el periodismo que apoyó, los intelectuales que callaron, los maestros y profesores que enseñaron que estaba bien lo que estaba mal y la mayoría del pueblo argentino con su ignorancia cómplice y su indiferencia feliz mientras la soja cotizaba a USD 600 dólares y tirábamos la casa por la ventana. 

Hay 2.000 militares presos en abierta violación a todos sus derechos constitucionales y procesales. Los derechos que nombramos y muchos otros: non bis in idem[i]; beneficio de la ley penal más benigna; irretroactividad de la ley penal; cosa juzgada; etc.

Casi 300 murieron en cautiverio...

No soy militar, ni abogado de militares, ni pariente de militares. Pero siempre sospeché que "hacer la vista gorda" con el sistema “para darse el gusto” era cambiar la primogenitura por un plato de lentejas y abrir la caja de pandora de infinidad de males.

Seguramente hay entre los presos alguno cuyas tropelías y crímenes lo hacen merecedor del peor de los castigos. Pero esto debe establecerse de acuerdo al ordenamiento jurídico vigente. “No hay delito sin ley”.

Y quienes no se arrodillan ante la ley suelen arrodillarse ante tiranos.

Gabriel Vénica
Gvenica@uade.edu.ar

lunes, 3 de noviembre de 2014

30/ 10 / 2014 NO TE DEJES LLEVAR POR LA JUNTA








“NO TE DEJES LLEVAR POR LA JUNTA
El gobierno ha manifestado su intención de recrear las JUNTA NACIONAL DE GRANOS.
Diez  razones para decir no a este desatino:
1.- Las juntas fueron sinónimo de corrupción y centro de cooptación de aquella dirigencia propicia al maridaje con el Estado. Nunca mejoraron los precios y sí, en cambio, silenciaron a quienes encontraron en el organismo un lugar donde colocar a hijos, yernos y cuñados. Llegaron a generar 8.000 cargos rentados sostenidos por exacciones al mismo agro que decían ayudar.

2.- Las juntas fueron un mal producto de una mala época. Surgieron con la crisis del 30 en un mundo que había abandonado el patrón oro, el librecambio y aumentado el proteccionismo y las barreras aduaneras creyendo, como nosotros seguimos haciéndolo, que se podían solucionar los problemas del “intervencionismo” de la guerra y la post guerra con más intervencionismo. Los casos paradigmáticos de esta tendencia anti libre mercado fueron el socialismo soviético y el nacional socialismo nazi (del que fuimos aliados en su momento). Lo que se salvó de estos extremos, flirteó con recetas estatistas y dirigistas de las que no fueron ajenas ni Inglaterra ni EEUU.

EEUU, como dijimos, no escapó a esta tendencia de nefastas consecuencias. En 1920 comenzó a elevar sus tarifas aduaneras para proteger su industria perjudicando a la industria europea, lo que resultó, como no podía ser de otra manera, un boomerang: cayeron sus exportaciones al viejo continente, afectando especialmente a los agricultores norteamericanos. Es así que en 1924, se dicta la ley McNaury-Hagen, estableciendo precios mínimos y cuotas para la compra de cereales en el mercado norteamericano.   Un mal diagnóstico y un pésimo remedio[i]

Las circunstancias en Argentina no podían ser más propicias para la aparición del engendro de marras. Los precios de los granos caen en 1930 producto del proteccionismo y la recesión internacional y se produce en nuestro país  el golpe del 30.

3.- En este contexto las “juntas” pusieron las bases  del “robo del siglo” al campo. El General filo fascista Uriburu inicia en 1931 la era de los controles de cambio[ii]  horadando el sistema económico y rentístico alberdiano plasmado en nuestra constitución que había llevado a la Argentina de ser el país más pobre y despoblado de América Latina una de las siete potencias del orbe[iii]

El control de cambios contribuyó a sobrevaluar el peso perjudicando a los exportadores (productores) y beneficiando a los importadores. En vez de solucionar el problema dejando flotar libremente la divisa, el Presidente Agustín P. Justo lo profundiza desdoblando el tipo de cambio en oficial (comprador y vendedor) y libre (decreto 31.130).

Y en compensación del perjuicio ocasionado a los productores no tiene mejor idea que crear  el 28 de noviembre de 1933  por decreto 31.864 la “JUNTA REGULADORA DE GRANOS”[iv]; un “engañapichanga” cuyos articulado habla por sí solo. Decía:

Art. 3°: La Junta Reguladora de Granos comprará todo el trigo, lino o maíz que se le ofrezca a los precios básicos, y lo venderá a los exportadores, conforme a los precios del mercado internacional, con destino exclusivo a la exportación. 

Art. 4°: La diferencia entre los precios de compra y de venta de dichos granos, así como los gastos de la Junta Reguladora, se cubrirán con los recursos del Fondo de Cambios constituido por el margen entre el precio de compra y de venta de las divisas disponibles y en ningún caso podrá ser mayor que ese fondo. 

En los considerandos del decreto de creación de la Junta se decía: "Que el margen existente entre el tipo de compra y el tipo de venta de las divisas extranjeras proviene de asignar a las letras de exportación de nuestros productos agropecuarios, y por lo tanto al precio de éstos, una cotización  inferior a la que en realidad les corresponde dado su precio mundial y el valor real de dichas divisas”. ¿Hace falta aclarar la trampa?

4.- Las Juntas fueron parte de un artificio para expoliar al productor:   No se le asignaba al productor el precio real de la divisa de exportación, sino un precio menor. Con la diferencia se constituía un “fondo” y con el “fondo” se le mejoraba el precio al productor. Lo que se le quitaba era, obviamente, mucho más que lo que se devolvía.

Repetimos: El Estado compraba las divisas a un precio más bajo que aquel al que las vendía a los importadores. Este margen pasó a constituir el "Fondo Margen de Cuentas"."  Con este “margen de cambios” se extraían recursos al campo con la excusa de obtener fondos para la Junta Reguladora de Granos (“te saco para devolverte”). Lo devuelto jamás superó el 10% de lo expoliado vía desdoblamiento del tipo de cambio. Esto sin contar las retenciones[v].

5.- En el período 1930-1987 durante la vigencia de las Juntas se produjo una traslación de fondos del sector agropecuario al estado u otros sectores del orden de los u$s 376.400 millones (seis deudas externas completas a la fecha del fin de las juntas).[vi]

6.- Las Juntas no cumplieron ninguno de sus objetivos de control y regulación. Todo lo contrario. Crearon y promovieron el mercado negro de divisas;  complicaron las importaciones (Los importadores podían embarcar las mercaderías, pero muchas veces se les negaba el permiso de cambio o lo recibían después de un largo tiempo) y aumentó la burocracia y los privilegios (Así lo expresa un testigo de la época “Dos personas eran quienes decidían a quién otorgar los permisos de cambio. Lo hacían con buena voluntad, movidos por lo que ellos consideraban el bien del país. Mas lo hacían a ojo de buen cubero, sin estadísticas; lo hacían diciendo sencillamente desde su escritorio: este comerciante que trae hilo es buena firma y se le da tanto; este otro comerciante que también trae hilo, no es buena firma, y se le da menos)."[vii]

7.- Los ejemplos habitualmente citados de las Juntas de Australia y Canadá no tienen validez. Son países sin retenciones, sin cierres de exportaciones, sin desdoblamiento del tipo de cambio. Este es el punto. Pensar en una JUNTA en medio de la maraña regulatoria y confiscatoria argentina no es sino contribuir a confundir el diagnóstico y licuar las responsabilidades. Por otro lado, eliminadas las retenciones, los cierres de exportaciones y el desdoblamiento del tipo de cambio ¿para que queremos juntas? Sería como volver a invocar al genio maléfico del que nos hemos librado. Vale aclarar que la Junta Australiana (AWB) ha sido privatizada y perdió el monopolio de la exportación en 1998 en medio de denuncias de corrupción y la Junta Canadiense (CWB) opera en sólo una parte del Canadá, uno de los países más transparentes y respetuosos de la propiedad privada del mundo, sin retenciones, sin cierres de exportación, sin desdoblamiento cambiario.

8.- La Junta de Granos fue un mal ejemplo que se multiplicó generando una gran cantidad de organismos reguladores, puestos y cargos públicos que instauraron una nomenklatura parasitaria cuya descendencia y funestas consecuencias llegan a nuestros días. Entre otros entes afines a las Juntas se crearon: la Comisión Nacional de Azúcar (11-5-28);  la Comisión Nacional de Fibras Textiles (14-1-31); la Comisión Nacional de Fomento Industrial (15-1-31); la  Comisión Nacional de Patatas (8-7-31); la Comisión Nacional de Extracto de Quebracho (15-7-33); la Dirección Nacional de Elevadores de Granos (7-10-33); la Junta Nacional de Carnes (7-10-33);  la Junta Nacional de Yerba Mate (8-11-33); la  Junta Reguladora de Granos   (28-11-33); la Junta Reguladora de la Industria Lechera  (12-4-34); la Comisión Nacional del Aceite (5-6-34); la Comisión de Productos Alimenticios Nacionales (30-6-34); la Junta para Promover Exportaciones de Carne (27-7-34); la Comisión Nacional de la Industria Vitivinícola (11-8-34); la Junta Nacional para Combatir la Desocupación (21-8.34); la Junta Reguladora de Vinos  (24-12-34); la Comisión de Harinas  (13-4-35); la Comisión Nacional de Algodón  (27-4-35); la Comisión Nacional de Granos y Elevadores (5-10-35); Comisión de Fruticultura (12-12-35); Comisión de Préstamos de Semillas  (22-2-36); la comisión de Petróleo y demás Hidrocarburos  (8-5-36); la Comisión Consultiva Nacional de Bosques  (3-6-36); la comisión Nacional de Coordinación de Transportes     (5-1-37); la  Comisión Nacional del Carbón Vegetal  (12-6-37); la Junta Consultiva de la Industria Molinera   (14-5-38); el Comité Asesor de Lanas (24-5-38); la  Comisión de Control de Abastecimiento  (8-9-39); el Consejo Agrario Nacional  (21-8-40)[viii]  

9.- Las juntas son el símbolo del mal que aqueja al país: el temor al libre mercado, la competencia y la propiedad privada[ix].

10.- Las juntas son anticonstitucionales.  Una “superstición estatista”.

Gabriel Vénica
Gvenica@uade.edu.ar  





[i] Para compensar los desastres producidos por la política arancelaria proteccionistas y alentar las exportaciones de productos norteamericanos la Reserva Federal de los Estados Unidos impulsó una política de expansión del crédito. Parte de la liquidez producida se canalizó hacia créditos a corredores de bolsa (Brokers Loans) . Esta seria la causa fundamental del gran auge de Wall Street y de su derrumbe.   Habría que agregar el excesivo gasto en que incurrió el Estado generó un gran déficit de presupuesto que intentó corregir la nueva ley de réditos, que aumentó los impuestos en una forma nunca vista en tiempos de paz: pasó del 25% al 63%. Ellos aprendieron de sus errores

[ii] Desde la década del 30 múltiples métodos han sido utilizados para ejercer el control de cambios; desde el tipo de cambio fijo de principios del'30, pasando por sistemas de crawling peg, devaluaciones mensuales, "tablitas", tipo de cambio libre con flotación sucia, etcétera. La sobrevaluación o devaluación de la unidad monetaria argentina -peso, peso ley, peso argentino o austral vigente fue la única constante a lo largo de estos últimos sesenta años de políticas cambiarias. La moneda argentina no pudo así encontrar su valor real salvo escasas excepciones, y por muy poco tiempo. Estas fluctuaciones intentaron ser compensadas a través de aranceles, permisos y cupos de importación o exportación, créditos, prefinanciación de exportaciones, etcétera, que distorsionaron los mercados creando un clima de incertidumbre en los sectores de la producción.  

[iii]  Entre las medidas que llevaron adelante la destrucción del sistema económico constitucional alberdiano que tan buenos resultados nos había dado, vale la pena recordar, además del control de cambios y la creación de las Juntas de granos; el inconstitucional impuesto a los réditos aceptado promulgado por tres años y la ley de coparticipación que destruyó el sistema federal transformando a las Provincias en dependientes de la Nacion. Podríamos agregar la creación del BCRA para preservar el valor de la moneda (hasta ese momento nunca habíamos tenido inflación).

[iv] En el año 1946 la Junta Reguladora de Granos se convierte en el I.A.P.I., hasta 1956 en que es disuelto. En 1963 se crea por el decreto-ley 6698 la Junta Nacional de Granos.
[v] Del total del margen obtenido por la compra y venta de divisas por parte del Estado se destinó para subsidiar al agro a través de la Junta Reguladora de Granos: en 1933 el 1,18 %; en 1934 se destinó el 7,74%; en 1935 el 1,17; en 1936 el 2,99%. Los subsidios a la actividad agropecuaria fueron también canalizados a través de otros organismos distintos de la Junta Reguladora de Granos, tales como: La Junta reguladora de la Industria Lechera, la Comisión Nacional de Algodón y la Junta para Promover Exportaciones de Carne. La suma de los subsidios otorgados por estas últimas, más la Junta Reguladora de Granos, representan en el período 1934-1936  el 5,43 del total del margen. Como decíamos lo devuelto al campo nunca llegó al 10% de lo previamente confiscado. Fuente: Memorias del Ministerio de Agricultura.

[vi] Fuente: Mensaje para la Dirigencia Argentina. Instituto de Estudios Económicos, SRA, diciembre de 1988.

[vii]Fuente: Pinedo "El plan de acción económica”, p. 27. (10)

[viii] FUENTE: Alejandra Bunge, Una Nueva Argentina, Ed. G. Kraft Ltda., Buenas Aires. 1940, pp. 271-273.   
 
[ix] El control de cambios de aquellos días (cualquier parecido…): Al abandonar Inglaterra la libre convertibilidad de la libra se producen en el mercado de divisas grandes oscilaciones debidas al impacto de esta medida. Es entonces que el gobierno (URIBURU) dicta los decretos del 10-10-31, del 22-1031 y 25-1-32, por los que:   
a) Se prohibían las compras y las ventas de cambio a toda institución que no fuera un banco de la Capital autorizado por la Comisión de Control de Cambios.  
b) Las transacciones se efectuarían al tipo de cambio oficial fijado por la Comisión.  
c) Los exportadores liquidarían sus divisas en los bancos autorizados, sin lo cual no se permitían sus embarques.  
d) Se prohibía la adquisición de saldos libres por parte de extranjeros. Los depósitos en pesos de personas jurídicas o físicas residentes en el exterior sólo podrían ser utilizados después de haberse agotado los saldos existentes. A través de estas medidas se intentaba evitar la salida de capitales.
e) Se creó la Comisión de Control de Cambios, presidida por el Ministro de Hacienda.   
f) Los exportadores debían llevar libros especiales destinados a registrar la venta de artículos, y por otro lado las ventas de cambio. Debían remitir este libro a la Comisión cada semana.   
g) Los bancos autorizados debían enviar diariamente su posición de cambio y un detalle de todas las operaciones de compraventa de divisas o billetes a la Comisión, que comunicaba a los bancos la moneda base y su tipo de cambio en relación con la moneda nacional.  
h) Como el peso se mantuvo sobrevaluado, la demanda de divisas fue constante, por lo que se estableció un régimen de prioridades:    1° Necesidades públicas.  2° Combustibles, materias primas y artículos indispensables.  3° Transferencias de inmigrantes y necesidades para turistas. 4° Mercaderías no imprescindibles.  5° Cancelación o amortización de deudas anteriores.  
i) Para las importaciones debía solicitarse permiso de cambio a la Comisión para la compra de divisas.