viernes, 12 de mayo de 2017

01/ 05/ 17 BARADEL: EDUCACION O MARXISMO







“BARADEL”
EDUCACION O MARXISMO

Hace unos días el gobernador (peronista) de Rio Negro –Alberto Weretilneck-  lanzó una reforma educativa en su Provincia. El proyecto incluye la eliminación total de la repitencia, mesas examinadoras optativas (no obligatorias) y otros experimentos.

Más allá de la discusión técnica, los comentarios de la Ministra de Educación  -Mónica Esther Silva - no dejan lugar a dudas sobre la matriz ideológica que inspira la medida:

            “(La reforma…) se propone fortalecer el proceso educativo de cada chico y el   proceso grupal, porque queremos una escuela contrahegemónica, que no genere más individualismo que el que ya hay en la sociedad sino un modo de     pensar en conjunto, solidario, una escuela que permita pensar en cómo se hace para vivir con otros".[i]

La frase parece ingenua pero no lo es. Expresa una siniestra ideología. “Hegemonía y contrahegemonía, constituyen categorías central en el pensamiento izquierdista de Gramsci a esta parte; piedra angular de las ideas de los filósofos de cabecera del kirchnerismo (Ernesto Laclau y Chantal Mouffe), del castrismo y del chavismo.

Escuela contrahegemónica quiere decir “escuela socialista contra el libre mercado neoliberal y la escuela tradicional sarmientina, la que –a su criterio- reproduce el modelo de dominación y hegemonía del capitalismo”. En definitiva, una escuela donde en vez de educar individuos para una sociedad globalizada, tecnológica, libre, pluripartidista, republicana y competitiva, los eduquemos para la lucha de clases según los postulados de Freire, el pedagogo brasilero que es dogma en casi todos los institutos argentinos de formación de maestros y profesores.

Resumiendo, escuela contrahegemónica significa, sin eufemismos, ”escuela marxista”; la que se dará en plenitud cuando el socialismo siglo XXI reine en estas tierras, porque hasta ahora con sus métodos (Freire mediante), los alumnos saben cada vez menos, arrasan con los últimos lugares en las pruebas internacionales, están más politizados, quieren que el Estado les permita aprobar sin estudiar ahora y vivir sin trabajar después.

Seguramente, igual que los teólogos de la liberación quienes cuando se les enrostra su condición de marxistas lo niegan, dirán que no es para tanto, que estamos exagerando o que sólo utilizan algunas herramientas de análisis; pero volverán a citar a Marx a la primera oportunidad,  dado que sus conceptos y categorías analíticas solo se sostienen dando por ciertos sus postulados.

Aunque suene brutal y simplificado, no es otra cosa lo que resulta de la abundante producción pseudocientífica de la izquierda latinoamericana en temas educativos, plagada de circunloquios y  juicios analíticos a priori como corresponde a una metafísicas cuasi teológica.

Es lo que repiten de mil maneras cada uno de los trabajos de esta cantera, se trate de libros (“Pedagogía del Oprimido” de Paulo Freire, por citar sólo el catecismo primero); documentos difundidos por SUTEBA (La educación popular en la escuela pública, un desafío estratégico[ii]); o artículos que circulan en Internet (La escuela pública: entre la hegemonía y la educación popular[iii]).

Cada párrafo de los mismos no es más que el “revival” de las viejas letanías marxistas que desde 1948 aleccionan contra la libertad y la república, camufladas con neologismos y palabrerío indigesto en miles de publicaciones.

Como muestra cito alguno de esos párrafos con una “traducción piadosa” al pie de cada uno [iv]:  

1.      “La hegemonía actúa saturando nuestra misma conciencia, de modo que el mundo que vemos, con el que interactuamos y las interpretaciones que de él hacemos, es el único mundo; la hegemonía es un conjunto organizado de significados y prácticas, valores y acciones que son vividas. En este sentido, la cultura cumple una función social indispensable para el mantenimiento y reproducción del sistema hegemónico.” [v]

Traducción: Una refinada superestructura ideológica capitalista nos tiene a todos (también a los alumnos) engañados (alienados) y sometidos a una esclavitud de la que no somos conscientes.


2.      “Los grupos dominantes ejercen la función de dirección cultural de trasmisión ideológica a través de un conjunto de organizaciones o aparatos de hegemonía.” [vi]

Traducción: Los grupos capitalistas dominantes son los que llevan adelante estos propósitos (esto lo dicen a pesar que es evidente que la inmensa maquinaria de la cultura y la educación está en manos de la izquierda hace por lo menos cuatro décadas):


3.      “La hegemonía que ejerce la clase dominante, su concepción de mundo, debe difundirse en toda la sociedad, constituyendo nuevas subjetividades, pero éstas no serán homogéneas, no será la misma concepción de mundo la que elaboren las clases dirigentes (mucho más elaborada), a la que Gramsci llamará Filosofía, que la concepción de mundo que elaborarán las clases subalternas (disgregada y fragmentada), que Gramsci llamará Sentido Común.” [vii]

Traducción: Las clases dominantes de derecha generan una filosofía que  neutraliza el sentido común del pueblo impidiendo su unidad de visión y propósito.

Vale aclarar que nadie pensaría que esto puede ser cierto salvo en el sentido diametralmente opuesto al que lo presenta la izquierda.  Por ejemplo, para la gente Jose Pablo Feinmann en Canal Encuentro y Ricardo Fosrster a cargo de la Secretaría para la Coordinación Estratégica para el Pensamiento Nacional, el INCAA financiando bodrios propagandísticos  y tantos otros que usaron (y usan) millonarios presupuestos para destilar su veneno son los “filósofos” y la gente que repudia sus disparates “el sentido común”. No al revés. Pero para la izquierda la gente (o los ricos) son los filósofos y Feinmann, Forster y todas las luminarias surgidas de las facultades de Ciencias Sociales que han hecho del marxismo su dogma y justifican lo infjustificable (por ej. la dictadura chavista en Venezuela)  son el sentido común.


4.      “Ya hemos visto que existe la posibilidad de que en el seno de la sociedad vil, lugar en donde se construye y edifica la hegemonía, hay espacio para la creación de resistencias, de contrahegemonías.” [viii]

Traducción: Siempre es posible poner palos en la rueda y hacer quilombo donde sea que una sociedad democrática en la que las personas intercambian libremente sus bienes y servicios pueda prosperar generando un capitalismo vigoroso.


5.      “Retomando la concepción de Estado ampliado, es decir, "aparato a dministrativo estatal + instituciones de la sociedad civil", en donde se encuentra a escuela, y teniendo en cuenta, que la clase hegemónica para asegurar su dominación ejerce la función de dirección cultural de trasmisión ideológica a       través de las instituciones de la sociedad civil, podemos inferir entonces que la           escuela, como aparato de hegemonía, es un territorio de lucha y confrontación.” [ix]

Traducción: Hay que hacer  “quilombo” también en la escuela. No importa si el alumno aprende o no aprende. Es mejor un burro socialista que un genio funcional al capitalismo.


6.      Entonces, teniendo en cuenta que la escuela funciona como aparato de hegemonía y que éstas son sedes de conflictos y contradicciones, propias del sistema capitalista, es posible que dentro del aparato escolar se generen resistencias y alternativas, es decir, hay espacio y posibilidad para que la acción humana genere una práctica educativa contrahegemónica.” [x]

Traducción: La escuela es un instrumento del capitalismo. Los alumnos se  dan cuenta y no quieren estudiar. Pongamos a los maestros a ayudar los rebeldes.
Hagamos la “robolución” desde la escuela.


7.      De esta manera, el espacio escolar aparece como uno de los espacios en
Donde existe la posibilidad de crear una resistencia. Pero este espacio, sin ser el único, es quizás el privilegiado. Si tomamos el espacio de la escuela pública como el ámbito en donde asisten las clases populares, el "pueblo", y es justamente la red pública de educación la que asegura la universalidad, debemos entonces afirmar que será el espacio de la escuela pública el ámbito primordial para asumir una práctica educativa alternativa o contrahegemónica que contenga un compromiso social con las clases subalternas.” [xi]

Traducción:  Llevemos la lucha de clases a la escuela. Los contribuyentes
agobiados con impuestos nos pagan el sueldo para que pongamos a los chicos en su contra.


8.      “Por un lado, tenemos la visión liberal, o como sostienen varios autores de matriz sarmientina, que definía a la educación popular como la "educación para el pueblo", la educación "que traería ilustración al pueblo", la educación que "civilizaría a la barbarie".”

“Por otro lado, tenemos la visión crítica o de raíz marxista, a la cual adscribo, que encuentra entre sus máximos referentes a Paulo Freire.” [xii]

Traducción: ¿Civilización o Barbarie... Sarmiento o Freire… Educación o Marxismo? La respuesta es clara: Barbarie, Freire y Marxismo.

Lo dijo Cabandié con todas las letras “Entre la civilización y la barbarie nosotros elegimos la barbarie”.  Los venezolanos lo entienden con el cuerpo.  Y la ministra sabe de que habla. El Gobernador Peronista que la respalda, también.     Cuánto más  ignorantes y revoltosos mejor.


9.      “Como afirma Freire no se debe rechazar el espacio de la escuela pública, esperando el triunfo revolucionario para convertirla en un espacio a favor de las clases populares, sino integrar esta lucha al proceso mismo de organización y movilización popular para la toma del poder.” [xiii]

Traducción: ¿Para qué ponernos en contra de la Escuela Pública (o de la Iglesia como hacíamos antes cuando decíamos que la religión era el opio del pueblo), si los podemos usar de idiotas útiles y de paso nos pagan el sueldo?


10.  Lo mejor que nos puede pasar es que piensen que desaparecimos con la caída del muro (autor anónimo)

Traducción: Lo mejor que le puede pasar al marxismo y a la izquierda es que la gente crea que se han extinguido mientras no faltan los que repiten:  “estos no son de izquierda, les gusta la plata” dándoles no sólo el beneficio de la invisibilidad sino la presunción de su supremacía moral.[xiv]

El mejor truco del diablo es hacer  creer que no existe.



                                                                                              GABRIEL VENICA
                                                                                    Info@gabrielvenica.com.ar







[i]  PEIRÓ, CLAUDIA. Experimento educativo en Río Negro: Una drástica reforma del secundario causa polémica. Infobae [en línea]. Abril de 2017 [Consulta: 21 de abril de 2017]. Disponible en: http://www.infobae.com/sociedad/2017/04/13/experimento-educativo-en-rio-negro-una-drastica-reforma-del-secundario-causa-polemica/

[ii] VAZQUEZ, SILVIA y DI PIETRO, SUSANA. La educación popular en la escuela pública. Un desafío estratégico. SUTEBA  [Consulta: 21 de abril de 2017]. Disponible en: http://www.suteba.org.ar/download/la-educacin-popular-en-la-escuela-pblica.-un-desafo-estratgico-218.pdf

[iii] RACOVSCHIK, GUSTAVO. La escuela publica: entre la hegemonía y la educación popular. Monografías. [Consulta: 21 de abril de 2017]. Disponible en: http://www.monografias.com/trabajos32/escuela-publica/escuela-publica.shtml

[iv] Ibid
[v]   Ibid.
[vi]  Ibid
[vii] Ibid
[viii]Ibid
[ix]  Ibid
[x]   Ibid
[xi]  Ibid
[xii] Ibid
[xiii]Ibid

[xiv]  Afirmar que una persona que lleva un buen nivel de vida o que es un vividor que usa a los pobres no es por esto mismo de izquierda, supone otorgar a priori a la izquierda, una supremacía moral que la realidad desmiente.

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